Tras su traslado a la Catedral en procesión extraordinaria el pasado sábado para su Coronación Canónica (ver), la Virgen de la Salud de la Hermandad de San Gonzalo fue llevada a la Parroquia del Sagrario para la celebración de un besamanos que se prolongó desde el domingo hasta ayer, martes.
Para este besamanos en el Sagrario de la Catedral, la dolorosa de San Gonzalo vestía un manto de camarín de terciopelo azul bordado en oro por Fernández y Enríquez, y una saya de tisú bordada en oro y sedas por Luis Miguel Garduño en 2012, prendas ambas cedidas por la Hermandad de la Estrella.
Por su parte, la Esperanza de Triana cedió la peana de plata sobre la que estaba elevada la Virgen de la Salud, que lucía además diadema dorada, un rosario en la mano derecha, la que daba a besar, y una rosa de pasión y un pañuelo en la izquierda. En el pecherín, tenía varios broches, un alfiler con su advocación y una cruz pectoral.
El altar del besamanos era muy sencillo, dado que únicamente veíamos cuatro pies de plata que sujetaban sendas jarras con rosas blancas y nardos, dos blandones dorados de gran tamaño con cirios blancos y un centro floral en la parte delantera, en el suelo, con lisiantum, nardos y gladiolos.
Hay que recordar que también la Virgen de la Paz estuvo expuesta en besamanos extraordinario en el Sagrario de la Catedral antes de su Coronación Canónica el año pasado (ver), e incluso este mismo año han tenido lugar allí los besamanos a la Virgen de los Reyes (ver) y uno extraordinario a la Virgen de Guadalupe de la Hermandad de las Aguas en febrero (ver).
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