miércoles, 11 de octubre de 2017
LA ENCARNACIÓN DE LOS TERCEROS SALIÓ DESDE LA IGLESIA DE LOS GITANOS
La Hermandad de la Cena celebró este domingo la procesión de Nuestra Señora de la Encarnación, que ofreció estampas inéditas al tener que salir desde la Iglesia de los Gitanos por estar en obras la Iglesia de los Terceros y no permitir la puerta de San Román, donde se encuentran provisionalmente los titulares de la Cena, la salida del paso por su altura.
Así, la hermandad aceptó el ofrecimiento de la cofradía de los Gitanos y realizó su salida desde el templo de la calle Verónica con un cortejo que comenzó a salir a las siete de la tarde, encabezado por la cruz alzada entre ciriales y tras los que iban varias parejas de hermanos con cirios blancos, el estandarte de la Esclavitud de la Virgen de la Encarnación y las representaciones de las hermandades de Santa Lucía y los Gitanos, antes del propio estandarte de la Cena, la presidencia y el cuerpo de acólitos con dalmáticas celestes y cuatro ciriales.
La Banda de Música del Maestro Tejera esperaba a la Virgen de la Encarnación en el lado izquierdo de la puerta de salida, interpretando el Himno de España en el momento en que el paso salió a la calle, pasando después a tocar la marcha "Jesús de la Salud", dedicada al titular de Los Gitanos, como agradecimiento por la acogida en su templo.
Posteriormente, la Virgen de la Encarnación, vestida con manto blanco de brocado y saya de tisú bordada en oro, siguió a tambor por la calle Verónica, hasta que en el giro a Butrón se pudo escuchar la marcha "La esclava del Señor", con el paso, adornado con gladiolos y nardos únicamente en las esquinas y con flores de talco en las cuatro jarras de la peana, revirando muy lentamente a las órdenes del capataz, Miguel Cabello Lara.
A continuación, por la estrechez de Butrón, calle que ya en julio vio pasar, también por obras, a la Virgen del Carmen de Santa Catalina (ver), la Banda del Maestro Tejera tocó la marcha "Revirá", seguida después por "El Corpus" en el difícil giro a la calle Sol. Fue una maniobra bastante complicada sobre todo por la presencia de una señal y de la estructura de un espejo de tráfico que por momentos rozó con el candelabro delantero del costero derecho; por cierto, ni se repone el espejo ni se retira la estructura que lo sustentaba...
Después, la Virgen de la Encarnación siguió por calle Sol a tambor hasta que en el tramo final la banda interpretó la marcha "La Sagrada Cena", con la que discurrió por la Plaza de San Román y se internó por el siguiente tramo de Sol para pasar por delante de su ahora cerrado templo de Los Terceros.
Tras pasar por la Plaza de los Terceros, Bustos Tavera (con parada ante la Hermandad de la Mortaja) y Peñuelas, la Virgen de la Encarnación salió de nuevo a la Plaza de San Román, haciendo una parada ante la puerta de la parroquia del mismo nombre, donde fue recibida por el párroco, Francisco José Blanc, y por las hermandades de la Exaltación y el Carmen de Santa Catalina, que estaba a punto de clausurar el besamanos a la Virgen del Rosario (ver).
Hasta la puerta, siguiendo con el escogido repertorio de la Banda de Tejera, llegó el paso a los sones de la marcha "Los Terceros". Se volvió ante la puerta y después se marchó con "Triunfal" para volver de nuevo al tramo de la calle Sol que ya había recorrido antes, ahora en dirección contraria hacia Butrón, a la que regresó con la marcha "La sangre y la gloria". Más adelante sonaron "Pasan los campanilleros" y "Reina de Todos los Santos", ésta ya en la calle Verónica.
Ya en las inmediaciones del templo de los Gitanos, hubo una dedicatoria de levantá a la memoria del capataz Miguel Loreto, recientemente fallecido. A continuación, el paso continuó a tambor y en la siguiente levantá se dejó que fuera el director de la Banda de Tejera, José Manuel Tristán, el que tocara el llamador. Luego, sonó de nuevo la marcha "La esclava del Señor", con la que el paso giró ya para dirigirse a la puerta del templo.
Curiosamente, ya ante la puerta, la Virgen de la Encarnación no se volvió para entrar mirando hacia la gente, sino que lo hizo andando de frente hasta el interior, siendo seguida por la banda, que comenzó a tocar "Madre de los Gitanos Coronada".
Ya ante el presbiterio del templo, donde se encontraban el párroco y los hermanos mayores de las cofradías que participaron en la salida, el paso fue dándose la vuelta sin que la banda dejase de tocar, hasta quedar detenido en el lado izquierdo del presbiterio y, ahora sí, la banda tocó el Himno de España.
Finalizada la procesión, tomó la palabra el párroco de San Román, quien intervino en primer lugar para agradecer a la Hermandad de los Gitanos que acogiera a la de la Cena para esta salida procesional de la Virgen de la Encarnación, y posteriormente tuvieron lugar las oraciones finales.
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