jueves, 15 de marzo de 2018
EL PALIO DE LA EXALTACIÓN SE MONTA EN SANTIAGO POR EL CIERRE DE LOS TERCEROS
Quienes visiten estos días la Iglesia de Santiago asistirán a una escena inédita, ya que junto a los pasos de la Hermandad del Beso de Judas, cuyo montaje está ya muy avanzado, se puede ver también el paso de palio de la Hermandad de la Exaltación.
En concreto, los tres pasos ocupan al completo la nave del Evangelio del templo, pero sólo de forma provisional, ya que este domingo el palio de la Virgen de las Lágrimas lo abandonará para trasladarse a la Iglesia de los Terceros, desde la que la Exaltación volverá a salir el próximo Jueves Santo.
La explicación es una cuestión estrictamente logística. Como es sabido, la Iglesia de los Terceros se encuentra cerrada al culto desde el pasado mes de septiembre por las necesarias obras de restauración a las que está siendo sometida, lo que llevó a los titulares de la Hermandad de la Cena a trasladarse a San Román (ver), donde están desde 2004 la Exaltación, Santa Lucía y el Carmen, éstas por las eternas obras de Santa Catalina.
Sin embargo, las obras en los Terceros se verán interrumpidas hasta después de Semana Santa para permitir la salida tanto de la Cena como de la Exaltación, cofradías que desde el cierre de Santa Catalina vienen compartiendo iglesia desde la que salen a hacer estación de penitencia.
No obstante, el reducido espacio que ambas hermandades, con sus cinco pasos, pueden utilizar de los Terceros y el hecho de que, por cuestiones de tiempo, el palio de la Exaltación tenía que comenzar su montaje antes de la interrupción de las obras de restauración, han llevado a la cofradía del Jueves Santo a pedir la colaboración del Beso de Judas para que permitiera que el palio de la Virgen de las Lágrimas se montara, incluyendo el fundido de la cera, en Santiago.
El próximo domingo, ya Domingo de Pasión, los cofrades de la Exaltación trasladarán su palio hasta los Terceros, lo que será a las siete de la mañana; una hora tan tempranera por dos motivos: para no generar una interrupción del tráfico en pleno centro con un palio a destiempo por la calle, y para que la Iglesia de Santiago esté más despejada durante toda la jornada en la que el Señor de la Redención estará expuesto en besapié.
Las obras de restauración de un templo vuelven a dejar una estampa nada habitual en Santiago, como ya ocurrió en 2014, cuando la Hermandad del Beso de Judas ofreció su casa a la de San Roque para la estación de penitencia de aquel Domingo de Ramos (ver).
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