domingo, 18 de marzo de 2018
EL SEÑOR CAÍDO DE SAN ISIDORO, DE NUEVO CON SU TÚNICA MÁS ANTIGUA
Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, de la Hermandad de San Isidoro, se expone en besamanos este fin de semana, vistiendo para ello por segundo año consecutivo su túnica más antigua, la que Francisco de Saavedra bordó en oro sobre terciopelo granate en 1718. Lo que varía son las potencias, ya que este año no lleva las que suele lucir en la tarde del Viernes Santo.
La imagen se encuentra sobre un monte asilvestrado de hojarasca salpicada de lirios morados y algunas rosas rojas, y encima de una sencilla peana forrada en color rojo con galones dorados. Flanqueando al Señor vemos dos jarras del paso de palio de Nuestra Señora de Loreto con lirios morados sobre pequeños pies de base cuadrada con el emblema de la hermandad en el frontal. Y más hacia los extremos de la capilla de la corporación hay dos candelabros plateados con seis velas color tiniebla cada uno, colocados también sobre pies similares a los de las jarras, pero más altos.
Al fondo, el retablo donde recibe culto la imagen habitualmente está oculto tras una cortina de damasco rojo. Y delante de ésta, sobre una mesa de altar, está la cruz de guía de la hermandad entre seis blandones dorados con cirios tiniebla y dos jarras más del palio con lirios a cada lado.
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