El Santísimo Cristo de la Corona recibe culto desde el pasado mes de noviembre en el interior de la Catedral al haber sido cerrada temporalmente la Parroquia del Sagrario para la realización de diversas obras que tendrán una duración aproximada de un año.
En concreto, el Cristo de la Corona ha sido situado en el trascoro, tras la reja que rodea este espacio de la Catedral y mirando hacia la Puerta de la Asunción, la puerta principal del templo catedralicio, que se encuentra en la Avenida de la Constitución.
Dos sencillos candeleros plateados flanquean al Cristo, que el próximo Viernes de Dolores tendrá que salir para su estación de penitencia directamente desde la Catedral al no poder hacerlo desde el Sagrario al Patio de los Naranjos, como es habitual.
Las complejas obras que se van a llevar a cabo en la Parroquia del Sagrario suponen labores de recalce y rehabilitación parcial que afectarán a la cimentación del templo en todo su perímetro, tanto interior como exterior, así como a otros paramentos del interior, especialmente en la cabecera, como explicaba la propia web de la Archidiócesis de Sevilla.
Con esta actuación, se tratará de poner remedio a las patologías que se han venido detectando a lo largo de un estudio realizado durante los últimos cuatro años y que han incluido el análisis de las diferentes fisuras existentes en muros y bóvedas prácticamente desde el inicio de la construcción del templo.
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