Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, que hace un año cruzó la Ronda durante su vía crucis por las calles de la feligresía de San Esteban (ver), estuvo este viernes, el primero del mes de marzo, expuesto a la veneración. Al contrario que en años anteriores, en los que estuvo situado para su besapié en la capilla sacramental, en esta ocasión fue ubicado en el presbiterio bajo del templo, ante un cortinaje rojo que ocultaba por completo la zona del altar.
Sobre una mesa de plata, el Señor de San Esteban se presentó a los devotos sin vestir ninguna de las clámides textiles que posee, sino únicamente con la que tiene tallada la propia imagen. Además, llevaba unas potencias doradas, la corona de espinas de plata y una caña de plata sobredorada. Seis candeleros con cera color tiniebla y dos jarras del paso de palio de la Virgen de los Desamparados con diversas flores flanqueaban al Señor.
Finalmente, más hacia los extremos había cuatro altos blandones dorados con cirios también color tiniebla. En el suelo, además, se colocó una alfombra roja delimitando el espacio de este acto de veneración.
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