miércoles, 15 de diciembre de 2021

VENERACIÓN EN EL ALTAR MAYOR DE SAN ISIDORO A LA VIRGEN DE LORETO


El pasado fin de semana la Hermandad de San Isidoro culminó los cultos a Nuestra Señora de Loreto con el acto de veneración, que se desarrolló en el altar mayor de la parroquia, con la dolorosa situada ante el dosel de cultos de la corporación y elevada sobre una alta peana forrada en terciopelo rojo, y sobre ella otra, la habitual de los besamanos.
La Virgen de Loreto estaba vestida como en su reciente visita al Acuartelamiento Aéreo de Tablada (ver), con manto de camarín azul y la saya de tisú de color crema de las Hermanas Granado. Llevaba también la corona procesional, de Manuel Seco, y el fajín militar rojo de José Jiménez Ruiz, jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire. En las manos tenía un pañuelo y la réplica en oro del Plus Ultra. Además, a la altura del vientre y de la cintura llevaba varios broches, algunos de ellos distintivos militares del Aire.
Lo que era diferente respecto a aquella jornada en Tablada era el puñal, ya que para la veneración tenía puesto el de plata dorada con piedras preciosas donado por una hermana en 1950, obra también de Manuel Seco Velasco.
En los laterales la Virgen de Loreto contaba con cuatro jarras de su paso de palio con rosas blancas, dos candelabros de plata del siglo XIX que iluminaban el antiguo paso de palio y varios candeleros de madera dorada con cera blanca. Las jarras y los candelabros estaban sobre columnas y pies de madera dorada de diferentes estilos.
Finalmente, delante del entarimado forrado en color rojo donde estaba todo el montaje, se colocaron cuatro altos blandones dorados con cirios blancos, dos a cada lado de los escalones que permitían el acceso a los devotos para contemplar de cerca a la Virgen de Loreto.



































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