Cada primer viernes de marzo, que este año ha coincidido con el primer día del mes, el barrio del Tiro de Línea tiene una cita con Nuestro Padre Jesús Cautivo, de la Hermandad de Santa Genoveva, que se ofrece en besamanos a sus innumerables devotos.
Este año también ha sido así y el Cautivo que tallara José Paz Vélez recibió a los vecinos y cofrades desde el presbiterio de la parroquia, vestido con túnica morada de sarga y luciendo sus potencias de oro y ángeles de marfil labradas en 1973 por Jesús Domínguez. Además, tenía su peana adornada por un marco dorado.
El Señor de Santa Genoveva se encontraba en un extremo de la alfombra con el escudo de la hermandad que se encontraba en el presbiterio, y junto a él se dispusieron cuatro blandones dorados con cirios blancos y dos jarras del paso de palio de la Virgen de las Mercedes con rosas rojas salpicadas de otras flores de menor tamaño. Las jarras se elevaban sobre pequeños pies de madera dorada y base cuadrada.
Una gran cortina de terciopelo rojo cubría el retablo mayor de la parroquia, y delante se montó un dosel para cuya gotera se utilizaron tres paños de bocina, así como tres elementos procedentes de la peana del paso de palio. Ante el dosel estaban las imágenes de la dolorosa y San Juan Evangelista sobre la propia peana procesional, y delante de ella, un jarrón de orfebrería plateada con flores de color blanco.
Junto a la Virgen y San Juan había dos mesas de madera dorada con pequeños doseles, dos faroles y cuatro bandejas de plata, y también veíamos dos columnas de madera pintadas con decoración de apariencia marmórea y otras dos jarras del palio con rosas rojas como las anteriores.
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