domingo, 11 de octubre de 2015
EL ROSARIO DEL BARRIO LEÓN SE QUEDÓ DE NUEVO SIN SU RECORRIDO TRIANERO
La lluvia obligó ayer a la Hermandad del Rosario del Barrio León a renunciar, por segundo año consecutivo, a su esperado paseo por Triana y sus correspondientes visitas a la Parroquia de Santa Ana y a las capillas del Rocío, la Esperanza y la Estrella.
Durante la mañana y en las primeras horas de la tarde, las lluvias intermitentes hacían temer lo peor y, finalmente, la previsión de más precipitaciones para la noche hizo que la hermandad desistiese de realizar el itinerario de unas cinco horas que se había previsto y lo sustituyera por un rápido traslado por el Barrio León desde la Parroquia de San Gonzalo, donde han tenido lugar los cultos en su honor, hasta su capilla propia en la calle Padre Maruri.
La salida estaba prevista para las siete menos cuarto de la tarde, aunque se retrasó hasta casi las siete mientras la junta de gobierno decidía qué hacer tras consultar los partes meteorológicos. Por fin, las puertas de San Gonzalo se abrieron y la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Cautivo, de Santa Genoveva, comenzó a tocar abriendo paso al cortejo, que estaba encabezado por cruz alzada y ciriales.
Detrás iban la bandera de la Virgen, la representación del grupo joven de Jesús Despojado, el libro de reglas, el estandarte del Carmen de Calatrava y el propio estandarte del Rosario del Barrio León. Finalmente, la presidencia y el cuerpo de acólitos antes del paso.
La Virgen del Rosario, ataviada con saya blanca y manto azul, además de sus características ráfaga y media luna doradas, contó ayer con rosas blancas y amarillas, y margaritas amarillas como llamativo y original exorno floral.
Tras pararse antes de atravesar la puerta de San Gonzalo, el paso se levantó y su capataz, Ricardo Almansa, fue guiando a los costaleros para salir a la calle, momento en que la Banda de Música de la Cruz Roja interpretó el Himno de España, coincidiendo con el repique de las campanas del templo y el lanzamiento de varios cohetes. Después se escuchó la marcha "Salve, Madre del Rosario".
Con ella, la Virgen del Rosario comenzó su breve itinerario de vuelta a la capilla dirigiéndose en primer lugar a la calle Nuestra Señora de la Salud.
"Rosario de azahar" fue la siguiente composición que la banda interpretó tras el paso y, a continuación, con "Rosario del Barrio León", la Virgen se desvió del que iba a ser su itinerario girando hacia la izquierda en la calle Giralda.
Un buen número de cofrades y vecinos del Barrio León seguían a la Virgen del Rosario en esta breve salida procesional en la que continuamente había miradas al cielo y comentarios del tipo "me ha caído una gota", que son las cosas que nadie quiere escuchar cuando una cofradía está en la calle.
No había en principio que correr demasiado, pero tampoco dejarse ir porque se anunciaba agua. En cualquier caso, había tiempo aún para disfrutar con la Virgen del Rosario, que avanzó por Giralda a los sones de "Rocío".
Después, culminado con la parte final de esta marcha el giro a la calle Cristo del Soberano Poder, el paso se detuvo y el capataz indicó a los costaleros que la levantá estaba dedicada a las camareras de la Virgen, alguna de las cuales estaba presente justo en ese momento en dicha esquina.
Seguidamente, el paso continuó mientras la Banda de la Cruz Roja tocaba "Encarnación Coronada". Es curioso cómo esta banda busca darle un toque propio a la interpretación de algunas marchas. Si inconfundible es el sonido de Cruz Roja en marchas como "Pasan los campanilleros" o "Rocío", también en la que Abel Moreno compusiera para la Coronación Canónica de la Virgen de la Encarnación de San Benito los músicos tienen una forma muy personal de cantar el Ave María en la parte final de la partitura.
"No ha podido ser lo de llegar a Triana", comentaba con los costaleros el capataz más adelante. "No ha podido la Virgen del Rosario posarse ante las plantas de la Esperanza; otro año será", añadió. Sin embargo, un grupo de hermanos de la Esperanza de Triana se acercaron al Barrio León para realizar la ofrenda floral que estaba previsto entregar en la calle Pureza. En justa correspondencia, la siguiente marcha que sonó fue "Esperanza de Triana Coronada", seguida sin solución de continuidad por "Pasan los campanilleros" en la revirá a la calle Batán.
Anochecía por momentos y el encargado de encender la candelería del paso trataba de aprovechar hasta el último segundo de cada parada para que la Virgen del Rosario luciera en todo su esplendor pese al recorte en el itinerario.
Con "Madrugá Macarena", el paso alcanzó la calle Dolores León. Después, el giro hacia Ángel Solans lo hizo la Virgen del Rosario mientras la Banda de la Cruz Roja tocaba "Siempre la Esperanza". Hubo algunas lágrimas entre los acólitos mientras contemplaban la delicada revirá del paso.
Acto seguido, por Ángel Solans se escucharon "Reina de Triana" y "Como tú ninguna", mientras empezaba a caer lo que ya no eran gotas, sino acaso una leve llovizna que, en cualquier caso, no fue a más. Parecía que el cielo se esforzaba en respetar en lo posible un recorrido que, aunque corto, como le dijo el capataz a sus costaleros, "vosotros lo hacéis grande con vuestra forma de andar".
En la entrada a la calle Padre Maruri, los miembros del grupo joven de la hermandad montaron un trabajado arco de luces a modo de espadaña al que no le faltaba un detalle; desde los ángeles en los extremos sujetando un rosario y un cetro, pasando por una foto de la Virgen del Rosario en su parte superior, una cruz rematando el arco y un enorme rosario colgando en el centro.
Por este motivo, el capataz quiso dedicar a los jóvenes de la hermandad la levantá con la que el paso giró hacia la calle donde está ubicada su capilla. "La Estrella Sublime" fue la marcha escogida para este giro. Después, el paso se detuvo justo bajo el arco mientras se lanzaban fuegos artificiales desde las inmediaciones.
A continuación, se produjo una levantá a pulso mientras la Banda de la Cruz Roja comenzaba a tocar los primeros compases de "Mi Amargura". Con ella, la Virgen del Rosario avanzó hacia su capilla. Para entonces, el cuerpo de acólitos y muchos de los jóvenes allí presentes eran un mar de lágrimas de devoción por la Reina gloriosa del Barrio León.
Por si faltaba algo que añadir a la escena, sonó a continuación "Triana de Esperanza" cuando el paso se colocaba ante la puerta de la capilla, con el rezo cantado de la Salve a la Esperanza y una lluvia de pétalos, que son las que de verdad gusta ver sobre un paso, lanzada desde la propia sede canónica de la hermandad.
La última levantá, que se hizo a pulso, estuvo dedicada a la junta de gobierno; mientras que la última marcha fue "Pasan los campanilleros", con la que el paso se fue acercando a la capilla, cuyas campanas comenzaron a repicar y desde lo más alto cayeron más pétalos sobre la Virgen del Rosario.
Finalmente, faltando algunos minutos para las nueve de la noche, el paso entró de nuevo en su capilla cuando comenzaba a llover nuevamente sobre el Barrio León.
Así, tres horas antes de lo previsto, la Virgen del Rosario del Barrio León estaba de vuelta a su pequeño templo sin haber realizado el triunfal paseo por Triana que la lluvia le ha robado a la hermandad por segunda vez. Será el año que viene.
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