La Hermandad de Monte-Sión ha comenzado este sábado la celebración del besamanos a María Santísima del Rosario, un culto que se extenderá hasta el próximo lunes, día del Pilar.
Para ello, la dolorosa ha sido colocada en el centro de la capilla, entre las imágenes del Señor Orando en el Huerto, que se ha situado a la derecha, y el Cristo de la Salud, y se eleva sobre la peana procesional de su paso de palio.
Viste el manto de salida con saya de tisú bordada en oro y la corona de oro de la Coronación Canónica que tuvo lugar hace once años. En el pecherín luce la réplica de la Medalla de la Ciudad que el Ayuntamiento le concedió precisamente en 2004, colocada bajo el broche con su advocación, además de un puñal y dos broches más, siendo uno de ellos el que la Hermandad de la Estrella le regaló a la Virgen del Rosario el pasado 1 de noviembre de 2014, cuando la dolorosa de Monte-Sión llegó hasta la capilla de la calle San Jacinto en su anual rosario de la aurora. Es una réplica de las tres estrellas que suele lucir la dolorosa trianera.
Por otro lado, hay que destacar que la Virgen del Rosario lleva en este besamanos hasta cinco rosarios, cuatro en la mano izquierda, que sostiene además un pañuelo, y uno sólo en la derecha, que es la que da a besar a los fieles y de la que pende también una medalla de la hermandad. Prendida de la saya lleva un fajín militar rojo con dos entorchados.
Flanquean a la dolorosa dos jarras del paso de palio con rosas blancas de gran tamaño y nardos en la parte superior, salpicado todo ello con paniculata. Detrás, con el retablo cubierto con un gran cortinaje rojo, vemos un dosel conformado con el techo de palio y la bambalina frontal, todo ello con una orla pintada en los laterales. A cada lado del dosel, dos candelabros de plata con cera blanca, situados, como las jarras, sobre sendas columnas.
Finalmente, en los extremos del conjunto, se han dispuesto flores de talco, relicarios y otros enseres.
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