La Hermandad del Sol vivió ayer una jornada histórica con la primera salida procesional de la Virgen de la Salud como titular letífica de la corporación del Sábado Santo. La pequeña talla, obra, como todas las imágenes de la hermandad, de José Manuel Bonilla Cornejo, recorrió por primera vez el barrio del Plantinar durante unas tres horas, saliendo de la capilla anexa a la Parroquia de San Diego de Alcalá a las siete y media de la tarde.
Abría el cortejo la cruz alzada entre ciriales, seguían niños con cirios, un simpecado, más hermanos portando cirios, el estandarte corporativo de la hermandad, cofrades con hachetas, la presidencia y el cuerpo de acólitos.
En el itinerario de esta primera salida procesional de la Virgen de la Salud se incluyeron las calles Virgen del Sol, Avión Cuatro Vientos, Alcalde Juan Fernández, Claudio Guerín, Fundación Vicente Ferrer, Igueldo, Naranco y Tibidabo, calle en la que sonó tras el paso la marcha "Madre Hiniesta", a cargo de la Banda de Música Nuestra Señora del Sol, que acompañó a la Virgen.
Hay que indicar que para esta primera salida, la Hermandad del Sol contó con la cesión de las jarras del paso de la Virgen de la Cabeza de San Juan de la Palma, que portaban gladiolos, nardos y otras flores blancas, a lo que hay que sumar las margaritas del friso.
"Saeta cordobesa" sonó en el giro a la calle Moncayo, seguida más adelante por "Reina de la O" girando a la calle Igueldo. Contemplaba la procesión una mujer mayor, que, mirando a la Virgen de la Salud, recordaba a su hija, fallecida víctima del cáncer con sólo 29 años. Pedía salud a la Madre de Dios y salud pedimos para todos los que sufren esta enfermedad.
Las reliquias de San José, San Antonio de Padua y Santa
Ángela de la Cruz que figuran en la delantera del paso de palio de la Virgen
del Sol, se encontraban también en el paso de la Virgen de la Salud, que desde
Igueldo cruzó precisamente la calle Virgen del Sol hacia la Plaza del Aljarafe
con la marcha “Hosanna in excelsis”.
A continuación, ya en las inmediaciones de San Diego de Alcalá, un hermano daba instrucciones a los capataces, encabezados por José Manuel Palomo, para que con la siguiente marcha, que fue "Aniversario Macareno", el paso girara para cruzar la plaza por el acerado situado delante de la parroquia. Ahí, justo en el centro, quedó detenida la Virgen de la Salud antes de afrontar el tramo final del recorrido.
Para girar hacia el otro lado de la Plaza del Aljarafe, la
Banda del Sol interpretó “Encarnación Coronada”. La cofradía iba muy bien de
tiempo, por lo que en estos últimos metros del itinerario se redujo el ritmo para
disfrutar al máximo de este día histórico en el Plantinar.
De hecho, el capataz, en la siguiente llamada, pidió a los
costaleros que fueran “despacito”, además de dedicar la levantá a las madres de
todos los miembros de la cuadrilla. El paso se levantó a pulso y, con “Pasan
los campanilleros”, se acercó a la puerta de la capilla de la hermandad.
A continuación, el giro ante la puerta lo llevó a cabo el
paso de la Virgen de la Salud a los sones de “La Virgen de la O”.
Antes de entrar en el templo, aún hubo tiempo para una
marcha más. En este caso, fue la composición “Virgen de la Palma”, cuyo autor,
Manuel Marvizón, estaba contemplando el discurrir de la cofradía. Con esta
marcha, el paso fue andando hacia atrás, saliendo de nuevo un poco a la calle
con la parte final de la partitura.
Seguidamente, el paso entró definitivamente en la capilla y la
Banda del Sol contempló su intervención con el Himno Nacional.
Una vez dentro del templo, el paso fue colocado a los pies
de la capilla, frente al altar de la Virgen del Sol, San Juan Evangelista y Santa
María Magdalena, y todos los presentes rezaron la Salve, poniendo así fin a la
primera salida de la Virgen de la Salud, nueva cita letífica del calendario
hispalense.
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