lunes, 10 de octubre de 2016
EL BESAMANOS PUSO FIN A LOS CULTOS EN HONOR A LA VIRGEN DE LAS MERCEDES
La Capilla Sacramental de la Parroquia de San Vicente acogió este fin de semana el besamanos a Nuestra Señora de las Mercedes de la Puerta Real. Por segundo año consecutivo, debido al cierre por obras de su capilla propia, la parroquia a la que ésta pertenece fue escenario de este besamanos, para el que la Virgen vestía manto de brocado y saya bordada en oro, ambos en color blanco. Además, lucía la saya procesional, así como la corona, ráfaga, media luna, cetro, escapulario y grilletes que también lleva en su salida procesional del último sábado de septiembre (ver).
Sobre el pecherín llevaba la réplica de la Medalla de la Ciudad, el alfiler con su advocación y otros broches, así como varias medallas. En la mano derecha, la del cetro y el escapulario, tenía un rosario, mientras que con la izquierda, que era la que daba a besar, sujetaba un extremo del manto.
La Virgen de las Mercedes estaba elevada sobre una sencilla peana de madera tallada y dorada con claveles rosas delante, y flanqueada por los dos faroles que se sitúan en la delantera de su paso con el Niño Jesús. También se dispusieron las cuatro jarras del paso con las mismas flores, sobre pies de madera dorada de fuste salomónico y capitel corintio. Dos de las jarras estaban más cerca de la Virgen, una a cada lado, y las otras dos detrás, en los extremos del montaje. Además, se colocaron dos candelabros dorados de estilo gótico con velas blancas algo adelantados a la imagen, y un gran centro de rosas, azucenas y gladiolos donado por la juventud de la hermandad a los pies de la Virgen.
Finalmente, hay que señalar que detrás de la Virgen de las Mercedes había una tela de damasco rojo a modo de dosel, con el emblema de la Orden Mercedaria en el centro y dos colgaduras también de damasco con decoración pictórica y otros escudos de la Merced más pequeños.
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