martes, 19 de diciembre de 2017
ESPERANZA 2017: MACARENA
María Santísima de la Esperanza Macarena ha estado expuesta en besamanos durante los últimos días, con un altar de lo más clásico después de la innovación del año pasado (ver), que tuvo sus críticas, buenas y malas. En esta ocasión, sin embargo, los devotos han encontrado a la Macarena de las postales clásicas, colocada en la parte delantera del presbiterio de la Basílica y con una gran escalinata detrás, por la que se quiere dar a entender que la Esperanza ha bajado desde su camarín para encontrarse con sus hijos, dejando arriba su trono de Reina vacío.
La Esperanza estaba vestida con su manto procesional más antiguo, el que en 1900 bordó Juan Manuel Rodríguez Ojeda en oro y sedas sobre terciopelo verde y que es conocido como el manto de malla o camaronero. Asimismo, llevaba la saya de tisú blanca de los volantes, de José y Victoria Caro (1936), toca de sobremanto y su corona de oro.
En el pecherín, junto a sus habituales mariquillas, tenía la Medalla de Oro de la Ciudad, la medalla de Juan XXIII y la cruz pectoral del Cardenal José María Bueno Monreal. La Macarena sostenía un rosario en cada mano, dando a besar la derecha, aunque es habitual que los devotos le besen ambas. Y en el fajín rojo tenía prendida la pluma de oro ofrendada por el canónigo Muñoz y Pabón.
Estaba elevada sobre una fina peana de plata y rodeada por diversos elementos, como jarras de su paso de palio con claveles, lilium, nardos y astromelias, todo ello de color blanco, dos ángeles mancebos con faroles, otros dos en la parte superior de la escalinata procedentes del altar de la Virgen del Rosario, dos candelabros de plata con velas blancas, bandejas y un gran número de candeleros, entre otros enseres, además de una enorme cantidad de flores procedentes de ofrendas de hermandades y devotos.
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maravíllense de Ella, pocas hay, ninguna si pensamos, pera esta virgen es madre y reina entre las reinas,expresivisima , fijaos en la ondulaciones del modelado de su rostro, es complejísimo y a la vez dulce, tremenda mascarilla.
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