María Santísima de la Hiniesta estuvo expuesta en besamanos el pasado fin de semana en la Parroquia de San Julián, donde ofreció a los devotos su mano derecha desde el presbiterio alto del templo, donde estaba sobre una peana de plata vestida con su manto procesional, con la saya de las hiniestas del taller de Santa Bárbara (2009) y con un tocado blanco de tul. En la saya, además, estaba prendida la Medalla al Mérito en el Trabajo concedida al imaginero Antonio Castillo Lastrucci en 1967.
La Hiniesta tenía puesta su corona de salida, mientras que en el pecherín llevaba el puñal de plata sobredorada, piedras semipreciosas y esmaltes, obra de Manuel Seco Velasco como la corona. También veíamos un alfiler con su advocación, una pequeña cruz pectoral, dos perlas y un broche con una rosa. Por otra parte, en la mano izquierda sujetaba dos rosarios y un pañuelo.
En el frontal del montaje había una parte de los antiguos respiraderos de metal plateado de Cristóbal Ortega (1893), y junto a la dolorosa se dispusieron dos candelabros de plata sobre sendas columnas de madera dorada.
Al fondo, una escalinata subía hasta la peana procesional de la Hiniesta y el techo de su palio con la antigua gloria, todo ello cobijado por un sencillo dosel de terciopelo rojo con galones dorados. Y en los laterales se podían ver unos jarrones de cerámica y dos mesas de madera dorada, todo ello con diversas especies florales de color blanco, además de un Niño Jesús vestido de nazareno en la mesa de la izquierda y el libro de reglas en la de la derecha. Y del techo colgaban tres lámparas de cristal de araña; una de mayor tamaño y dos más pequeñas.
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