Desde el pasado viernes y hasta ayer, domingo, tuvo lugar el besamanos a María Santísima de la Estrella en su capilla y ante el retablo donde recibe culto durante todo el año. La dolorosa se presentaba a los devotos sobre una alfombra con el escudo de la hermandad y sobre una peana de plata.
Vestía su manto procesional, saya blanca de tisú bordada en oro, toca de sobremanto de malla y fajín rojo con borlones dorados y tres entorchados. Sobre la cabeza tenía la corona de oro de su Coronación Canónica, mientras que en el pecherín llevaba sus tres broches de estrellas, un puñal de oro y piedras preciosas, un alfiler con su advocación y la cruz pectoral regalada por el arzobispo emérito de Sevilla, Juan José Asenjo, quien el viernes fue a ver a la Estrella. La imagen tenía extendida la mano derecha para recibir los besos de los devotos, mientras que con la izquierda sujetaba un pañuelo y un rosario.
En este besamanos, la Virgen de la Estrella presentó dos estrenos. Así, en la cintura se podía ver una nueva pulsera con medallas de oro, mientras que en el nudo del fajín se colocó un broche de flor labrado en oro con una perla japonesa. Ambos enseres fueron donados por una familia de la corporación.
Flanqueando a la Estrella se situaron dos candelabros compuestos por un farol y cuatro guardabrisas cada uno, y más hacia los extremos sendos centros de rosas de color rosa. Detrás veíamos el techo y la caída frontal del palio de Garduño, que no es el que saldrá a las calles el próximo Domingo de Ramos, dado que la hermandad ha decidido utilizar el palio de Rodríguez Ojeda.
Junto al techo se dispusieron unas piezas de madera tallada y dorada, y delante dos jarras también con rosas rosas y seis candeleros con cirios blancos. En los laterales había pequeños doseles con pequeñas bandejas de plata y unas jarritas con las mismas flores ya descritas.
Por último, hay que indicar también la presencia de dos estípites de madera dorada que sostenían unas jarras igualmente con rosas, y la del estandarte corporativo situado en el lado derecho de todo el conjunto.
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