La Hermandad del Divino Perdón celebró este sábado su vía crucis por las calles del Parque Alcosa, con la imagen de su Nazareno titular llevado en andas por sus hermanos. Al contrario que en años anteriores, en que este culto comenzaba ya de noche, la salida se produjo a las cinco menos cuarto de la tarde para rezar las catorces estaciones en el camino de ida a la Parroquia de los Desamparados y regresar tras la celebración de la Eucaristía.
La cruz alzada entre ciriales encabezaba el cortejo, que estaba formado por varias parejas de hermanos con cirios morados. Después iban el estandarte corporativo, la presidencia, un quinteto de viento de la Banda de Música del Rosario de Sanlúcar la Mayor y el cuerpo de acólitos.
El capataz Juanma Cantero se hizo cargo de las andas del Señor del Divino Perdón, que estaban adornadas con claveles de tonalidad buganvilla y ramas de espino, e iluminadas por seis pequeños candelabros dorados de guardabrisas. El Señor vestía una túnica lisa de terciopelo burdeos, cargaba con la cruz de salida y tenía las potencias con las que sale a las calles cada Sábado de Pasión.
La primera estación del vía crucis se rezó nada más salir a la calle, y posteriormente giró a la izquierda en Escritor Alfonso Grosso para luego recorrer unos pocos metros de Emilia Barral antes de tomar la calle que lleva el nombre del templo, Beata Ana María de Javouhey.
El recorrido siguió por dicha calle hasta que llegó a la plaza Maestro Sánchez Rosa, donde se produjo un relevo de los hermanos que portaban al Señor sobre sus hombros. Además, se rezó otra de las estaciones del vía crucis.
Al igual que hizo en diciembre la Virgen de la Purísima Concepción en su rosario vespertino (ver), el Señor del Divino Perdón rodeó la plaza para pasar por delante de la residencia de ancianos de Vitalia, donde se detuvo para otra de las estaciones del vía crucis, aunque en este caso las andas no se acercaron a la puerta, sino que simplemente se pararon delante.
Seguidamente, el Nazareno de José Antonio Navarro Arteaga completó el rodeo de la plaza para tomar la calle María Zambrano y dirigirse ya de forma más directa a la Parroquia de los Desamparados.
En la parroquia la misa comenzó a las seis y media de la tarde, y posteriormente se produjo el traslado de vuelta de la Iglesia de la Beata Ana María de Javouhey, para el que el Señor del Divino Perdón contó con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo, de Dos Hermanas. Sobre las diez menos cuarto de la noche tuvo lugar la entrada en el templo tras una intensa tarde que supuso un ligero adelanto de lo que se vivirá en el Parque Alcosa en menos de tres semanas.
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