El pasado fin de semana tuvo lugar en la Parroquia de Omnium Sanctorum el besamanos a Nuestra Señora del Carmen, de la Hermandad del Carmen Doloroso. En este culto, última entrada de este blog dedicada en solitario a esta corporación, la Virgen estrenó su nueva saya, bordada en oro sobre terciopelo rojo y malla por Joaquín Salcedo Canca.
Además, llevaba un manto azul bordado en oro cedido por la Hermandad de la Estrella, la corona de salida, un puñal y un broche con el emblema de la Orden del Carmen en el pecherín, y el escudo de su propia hermandad a la altura del vientre. La Virgen del Carmen ofrecía a los devotos su mano derecha, mientras que en la izquierda tenía un rosario y unos pequeños escapularios.
Por otro lado, hay que señalar que la imagen estaba elevada sobre la peana procesional de Santa Teresa de Jesús, de la Archicofradía del Carmen del Santo Ángel, con la que la Hermandad del Carmen Doloroso está hermanada. Y en los laterales de la peana se colocaron dos de los faroles que antes iban en las esquinas del paso del Cachorro, faroles que también formaron parte del montaje del besapié al Señor de la Paz dos semanas antes.
Al fondo, delante del altar, se montó un dosel con los antiguos respiraderos del palio de la Hiniesta de Cristóbal Ortega, con una paloma de orfebrería en el centro y otra parte de la peana de Santa Teresa en la parte inferior. Y al lado, dos tallas de los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, los otros dos faroles del Cachorro y dos blandones dorados con cera blanca. Por último, se ubicó el estandarte corporativo en el lado derecho de todo el conjunto.
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