lunes, 21 de octubre de 2019
LA VIRGEN DE LA SALUD, EN BESAMANOS ANTE EL TECHO DE PALIO DE LA ESTRELLA
Nuestra Señora de la Salud, de la Hermandad de San Gonzalo, ha estado expuesta en besamanos este fin de semana en su parroquia, presidiendo un montaje muy llamativo en el que la priostía ha aprovechado la ausencia de Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder, que está siendo restaurado desde finales de julio por Pedro Manzano, concediendo a la dolorosa todo el protagonismo.
De esta forma, convirtiendo el espacio en el que se encuentra el altar de la hermandad en una especie de salón real, la Virgen de la Salud estaba en el centro, sobre una alargada peana de baja altura y vestida con un nuevo manto de camarín, bordado en oro sobre terciopelo verde por José Librero Fernández. Los bordados, restaurados y enriquecidos, provienen de dos capas pluviales datadas en el siglo XIX.
Llevaba también la saya de tisú bordada en oro y sedas por Jesús Rosado con motivo de la Coronación Canónica de la dolorosa, de la que hace unos días se han cumplido dos años. El diseño de esta pieza correspondió a Francisco Javier Sánchez de los Reyes. Precisamente, sobre la cabeza tenía la corona procesional, que fue enriquecida por Fernando Marmolejo Hernández para la Coronación, y tenía también un fajín hebraico, la réplica de la medalla de Sevilla y diversos broches y medallas, algunos de ellos regalados precisamente hace dos años. Por otro lado, la Virgen de la Salud ofrecía a los devotos la mano derecha, mientras que con la izquierda sujetaba un pañuelo y un rosario.
Un cortinaje de damasco rojo se colocó al fondo, donde no está tampoco el retablo de la hermandad, al estar siendo igualmente restaurado. Delante de dicho cortinaje, estaba el techo del palio de Garduño de la Hermandad de la Estrella, que precisamente se encuentra en las dependencias de San Gonzalo por las obras de ampliación que se están llevando a cabo en la capilla de la cofradía del Domingo de Ramos. El techo ejercía de dosel junto a unas cresterías laterales de madera dorada y unas piezas de terciopelo rojo en la parte superior con borlones en los extremos.
Desde el dosel hacia el suelo del templo había una escalinata sobre la que, a modo de trono, se dispuso el sillón de Caifás del paso de misterio del Soberano Poder. En los laterales había dos mesas que sostenían sendos candelabros plateados con cinco velas blancas cada uno entre pequeñas jarras del paso de palio de la Virgen de la Salud, y en la parte superior había colgados dos espejos con artísticos marcos de madera dorada.
Finalmente, hay que indicar la presencia del estandarte corporativo en el lado izquierdo del conjunto y de otras cuatro jarras del palio con flores diversas de tonalidad rosa colocadas sobre columnas de madera dorada con forma de estípite.
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