SEGUNDA OPORTUNIDAD AL SEÑOR DE LOS GITANOS PARA PRESIDIR EL VÍA CRUCIS

La Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla ha elegido hoy al Señor de la Salud, de la Hermandad de los Gitanos, para que presida el próximo 2 de marzo, primer lunes de Cuaresma, el Vía Crucis de las Cofradías en la Catedral.
Se trata de la segunda vez que se escoge al Señor de los Gitanos para este fin, dado que ya fue así para el Vía Crucis de 2009. Sin embargo, entonces este culto conjunto de las hermandades se tuvo que celebrar sin la imagen, dado que la lluvia impidió su traslado, algo que también ocurrió en 1986 con el Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro.
De esta forma, el Consejo ha perseguido con su elección un doble objetivo: dar una segunda oportunidad a una hermandad que no pudo vivir en su momento el hecho de presidir con su titular el Vía Crucis, y por otro lado, se ha decantado por una imagen de gran tirón devocional, lo que asegura una gran cantidad de cofrades acompañando al Señor por las calles de Sevilla en sus traslados de ida y vuelta, así como en el interior de la Catedral durante el rezo de las distintas estaciones.
En cualquier caso, no es la primera vez que una imagen es escogida por segunda vez para presidir este culto, dado que Nuestro Padre Jesús del Gran Poder lo presidió en 1979 y 1987, en ambos casos con el Señor recorriendo las naves del primer templo de la ciudad.
Si en 2020 la meteorología lo permite, con el Señor de los Gitanos, obra de 1938 de José Rodríguez Fernández-Andes que sustituyó a la de Montes de Oca destruida en el incendio de San Román dos años antes, habrán presidido el Vía Crucis de las Cofradías todas las hermandades de la Madrugá: el Gran Poder (1979 y 1987), el Nazareno del Silencio (1983), el Señor de la Sentencia (1997), el Cristo del Calvario (2001), el Cristo de las Tres Caídas (2006) y el Señor de la Salud el próximo año.
Por otro lado, tanto el Cristo de los Gitanos como el Gran Poder también estaban entre las imágenes escogidas para el Vía Crucis Extraordinario del Año de la Fe en 2013, que sustituyó al Vía Crucis tradicional y que tampoco pudo finalmente celebrarse con las imágenes en la Catedral por la lluvia (ver).