miércoles, 9 de octubre de 2019

LA DIVINA ENFERMERA PROCESIONÓ POR VEZ PRIMERA TRAS SU RESTAURACIÓN


La Hermandad de la Lanzada vivió este sábado la salida procesional de su titular gloriosa, Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, que salió a las calles por primera vez después de su reciente restauración a cargo de Juan Manuel Miñarro, que ha tenido como resultado más evidente la limpieza de la policromía de la imagen (ver).
Siguiendo un itinerario distinto al del año pasado, la cofradía buscó al salir de la Iglesia de San Martín las calles Saavedras, Alberto Lista y Viejos, en lugar de ir hacia Conde de Torrejón y Feria, como en 2018 (ver). La cruz de guía entre ciriales iba delante de un primer tramo de hermanos con cirios. El segundo lo encabezaba el guión de la Divina Enfermera y el tercero el libro de reglas. A continuación iban el estandarte corporativo y la presidencia, antes del cuerpo de acólitos con seis ciriales.






La Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, que igualmente se encarga de acompañar al paso de palio de la Virgen del Buen Fin cada Miércoles Santo, iba detrás del paso de la Divina Enfermera, que mandaba como capataz Ismael Vargas.
"Virgen de los Negritos" fue la marcha que la banda interpretó por la calle Viejos para la Esperanza de San Martín, que lucía su característico manto verde de tisú, así como una saya blanca también de tisú bordada en oro, toca de sobremanto y fajín rojo con borlones dorados y un entorchado, además de un buen número de broches, incluyendo un ancla bajo el alfiler con su advocación.
Para la salida procesional, la Virgen siempre lleva en brazos al Niño Jesús, aunque no deja de lado su advocación esperancista al ir en el frontal del paso la O con el Niño en su interior, que en su besamanos del 18 de diciembre siempre tiene a la altura del vientre en la festividad de la Expectación.
Tras avanzar un tramo a tambor, la Divina Enfermera alcanzó la Plaza del Pozo Santo con la marcha "Procesión de Semana Santa en Sevilla", seguida sin solución de continuidad por "Esperanza Macarena", con la que el paso se volvió ante el Hospital del Pozo Santo, donde las hermanas terciarias franciscanas le cantaron la "Plegaria a Nuestra Señora de los Ángeles".
























Tras el grito de "¡Viva la Divina Enfermera!" lanzado por una de las religiosas, el paso se levantó y comenzó a alejarse para seguir su camino a los sones de "Candelaria", en dirección a la calle Misericordia, donde tendría lugar un incidente al romperse el llamador, que tuvo que ser retirado.
Después, la Esperanza llegó hasta la Plaza de Zurbarán y se detuvo ante la Iglesia de la Misericordia, donde fue recibida por una representación de la Hermandad de la Virgen del Mar. Sus cofrades regalaron a la Divina Enfermera un ramo de flores.
Entretanto, se consiguió arreglar el llamador, con el que de nuevo se llamó a los costaleros, a los que se indicó que la siguiente levantá se dedicaba a los hermanos de la Virgen del Mar, "que han salido a recibir a la Esperanza".












De la Iglesia de la Misericordia se marchó el paso mientras la Banda de Las Cigarreras tocaba "Pasa la Virgen Macarena", con la que giró a la izquierda en José Gestoso para salir inmediatamente a la Plaza de la Encarnación.
La zona se convirtió en un pequeño guirigay, dado que los sones de Las Cigarreras se mezclaban con los de la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista, que abría la cofradía, pero sobre todo con uno de los conciertos del festival Actúa 2019, que se estaba celebrando al mismo tiempo en la parte alta de las Setas, en lo que alguien con mucha imaginación decidió bautizar como Plaza Mayor.
La cofradía trató de discurrir con cierta celeridad por la Encarnación y alcanzó el lado contrario de la plaza durante la interpretación de la marcha "A mi madre Buen Fin". Después, el paso se detuvo y al llamar de nuevo el capataz dedicó la levantá a los propios costaleros. Con "Virgen de Montserrat", la Divina Enfermera giró a la calle Alcázares.




















En la calle Alcázares hubo otra dedicatoria de levantá, en este caso a Juanma Labrador, que pronunciará el próximo mes de diciembre el Pregón de la Esperanza, acto que cada año organiza una de las hermandades que tienen como titular a una imagen mariana con esta advocación. Después, la Divina Enfermera avanzó a tambor hasta cerca de la confluencia con la calle Santa Ángela de la Cruz.
En este punto, nuevamente el llamador se rompió y uno de los capataces tuvo que llamar con la palma de la mano sobre el respiradero de uno de los costeros del paso.
Con la marcha "Misericordia Filipense", la Esperanza Divina Enfermera giró hacia Santa Ángela de la Cruz, a cuyo convento llegaría después con "Macarena", de Emilio Cebrián. Las puertas del cenobio se abrieron para que las Hermanas de la Cruz pudieran contemplar a la Virgen, a la que le cantaron "María, Madre de Amor".












Cuando terminaron de cantar las hermanas, el paso, que se había vuelto hacia ellas, se levantó y comenzó a girar con la marcha "Madre de costaleros", a la que después seguiría "Madrugá Macarena" para seguir hacia el Espíritu Santo.





Por delante, la Divina Enfermera tenía San Juan de la Palma y Feria, antes de regresar a San Martín por Castellar, Alberto Lista y Saavedras, entrando de nuevo en su templo en torno a las once de la noche tras haber demostrado la Hermandad de la Lanzada, y está bien demostrarlo en esa zona, lo que gana una imagen cuando es sometida a las más que necesarias labores de conservación.

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