viernes, 8 de abril de 2022

CRISTÓBAL RAMOS. CUANDO EL BARRO COBRA VIDA


"Cristóbal Ramos. Cuando el barro cobra vida" es el título de la exposición organizada por la Hermandad del Museo con motivo del CCL aniversario de la imagen de María Santísima de las Aguas, y que hasta el próximo Miércoles Santo se puede visitar en la sede de la Fundación Cajasol.
Se trata de una muestra dividida en tres salas; las dos primeras dedicadas a distintas obras del autor de la dolorosa, Cristóbal Ramos, y la última centrada en la propia Virgen de las Aguas.
Repasamos lo expuesto comenzando por una serie de obras de pequeño formato de procedencia diversa, principalmente nacimientos y tallas del Niño Jesús, como es la primera, titulada "Niño Jesús de la Espina", de terracota y telas encoladas policromadas, como la práctica totalidad de las obras expuestas, ya que eran éstos los materiales habituales de trabajo del escultor. El "Niño Jesús de la Espina" pertenece al Convento del Santo Ángel.


Del Convento de San Leandro es la obra llamada "Sagrado Corazón del Niño Jesús".


También del Santo Ángel es el "Niño Jesús Celestito", conocido así por el color de sus ropajes.


"Niño Jesús Buen Pastor" es el título de la siguiente obra expuesta, del Convento de San Leandro.


Otro "Niño Jesús Buen Pastor" es el que vemos ahora, perteneciente a una colección particular.


Y otro más es el que se encuentra en el Convento de Carmelitas Descalzas de Sanlúcar la Mayor.


De nuevo hay que referirse al Convento del Santo Ángel, propietario del siguiente "Sagrado Corazón del Niño Jesús".


Con el mismo título vemos una obra más de las Carmelitas Descalzas de Sanlúcar la Mayor.


La "Inmaculada de los Canónigos" es la siguiente imagen que podemos ver y que forma parte del patrimonio artístico de la Catedral de Sevilla.


En el Convento del Carmen de Jerez de la Frontera se conserva un Nacimiento de Cristóbal Ramos que también se encuentra entre las obras expuestas.



El siguiente Nacimiento es otra obra que pertenece al Convento de las Carmelitas Descalzas de Sanlúcar la Mayor.


De la Escuela de Cristo de Sevilla es otro Nacimiento realizado por el escultor al que se dedica esta muestra.


Y el último forma parte del patrimonio de la Iglesia de Santa María la Blanca.


En otra parte de esta primera sala encontramos obras de mayor formato que las que acabamos de ver. Así, vemos una imagen con el nombre de Virgen de la Salud que pertenece al Convento de Santa María de Jesús.


En Algodonales (Cádiz) hay una imagen de la Virgen de la Merced que se conserva en la Parroquia de Santa Ana.


De nuevo una imagen más pequeña, la Divina Pastora del Convento de Carmelitas Descalzas conocido como Las Teresas, en Sevilla.


Una vez más mencionamos el Convento del Santo Ángel, a cuyo interesante patrimonio pertenece la imagen de la Virgen del Carmen de Cristóbal Ramos que vemos a continuación.


"Coronación de la Virgen" es la siguiente obra, también del Santo Ángel.


El Convento de las Mercedarias de la Asunción posee una imagen de la Virgen de la Merced.


La Hermandad de Montserrat tiene dos imágenes de la Virgen del Rosario: la de vestir, que recibe culto en la Parroquia de la Magdalena, y la vestida con telas encoladas que se encuentra en su capilla y que vemos en la exposición.



Y la última imagen de Cristóbal Ramos de esta primera sala es la Virgen del Rosario de la Hermandad de Pasión, repuesta al culto en la Iglesia del Salvador en 2018.



Accedemos a la segunda sala, dedicada fundamentalmente a imágenes de santos y a dolorosas. En primer lugar vemos una imagen de Santa Cecilia que pertenece a la Parroquia de Santa Ana.


Seguimos con la "Aparición de la Virgen a San Cayetano", conjunto propiedad de la Parroquia de San Román y Santa Catalina, y que se encuentra en la iglesia de la segunda.


A su lado está una imagen de San José de la Capilla del Carmen de Calatrava.


"Tránsito de San José" es la siguiente obra expuesta, de la Capilla de San José.


Pasamos a un grupo de Santa Ana, San Joaquín y la Virgen Niña, del Convento de Capuchinos.


Vemos ahora dos imágenes de la Parroquia de San Vicente: una de San Joaquín y otra de Santa Ana.



Pasamos ya a las dolorosas, tanto de pequeño como de gran formato. En el Convento de Santa María de Jesús se encuentra una pequeña Virgen Dolorosa.


Y otra muy similar pertenece a la Capilla del Carmen de Calatrava.


Al lado se encuentra otra Virgen Dolorosa del Convento de Santa María de Jesús.


La siguiente Virgen Dolorosa se encuentra en la Parroquia de San Andrés de la localidad onubense de Encinasola.


Continuamos con una Virgen Dolorosa de la Parroquia de Santa María la Blanca de Fuentes de Andalucía.


Del Convento de Capuchinos es una expresiva Piedad.


Y a su lado se muestra otra que pertenece a la Parroquia de San Ildefonso.


Del año 1776 es la Virgen Dolorosa conocida como la "Estrellita" de San Bartolomé, una imagen de la parroquia del mismo nombre que suele ser llamada así por su parecido con la Virgen de la Estrella de Triana.




Y en un pequeño recoveco de esta segunda sala se encuentra la antigua imagen de la Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio, realizada por Cristóbal Ramos en 1752. La dolorosa, a la que se añadieron ropajes de telas encoladas cuando fue sustituida por la actual de Sebastián Santos, se expone junto a un vídeo con fotografías de los tiempos en que era la imagen titular del Silencio.



Y antes de abandonar esta segunda sala, nos detenemos en un pequeño busto que representa al canónigo Francisco Domingo del Río Soto y Torres, que pertenece a la Iglesia de San Mateo de la Parroquia de los Cuatro Evangelistas de Jerez.


Entre la segunda y la tercera sala, hay dos espacios distintos en los que se proyectan vídeos del paso de palio de la Virgen de las Aguas en la calle, durante su estación de penitencia del Lunes Santo. Y es que la tercera sala, como decíamos, se dedica en exclusiva a la dolorosa de la Hermandad del Museo. En ella nos recibe una antigua fotografía de la Virgen cuando aún estaba arrodillada y tenía las manos entrelazadas. Y junto a la foto, un fragmento del libro "Glorias religiosas de Sevilla", de José Bermejo Carballo (1882):

"En 1772 construyó el acreditado escultor D. Cristóbal Ramos la imagen de la Santísima Virgen, que desde dicho año saca en su estación (...). Dicha imagen es una de las buenas de esta ciudad; ostentándose la Señora arrodillada, con las manos cruzadas sobre el pecho, y los ojos fijos en el cielo, en una actitud expresiva y devota".


La devoción a la Virgen de las Aguas del Museo queda patente en numerosas obras particulares en las que ha sido representada por la maestría de diversos autores. Una muestra de esas obras forma parte de la exposición.







Y entre estas obras vemos otras doce, que han sido utilizadas como portada de otros tantos boletines de la hermandad. Fueron pintadas por Ignacio Cortés, Ricardo Suárez, Jesús Vega, Juan Miguel Martín Mena, Luis Rizo Haro, M. Martínez, Tomás Pérez Indiano, Jorge Urbina, Antonio Manuel Pérez Jaime, César Bolinaga, Juan Antonio Huguet Pretel y Antonio Iglesias Rangel.



Seguimos nuestro recorrido por la exposición con tres carteles de la Semana Santa editados por el Consejo General de Hermandades y Cofradías y protagonizados por la Virgen de las Aguas. Son los de 1988, con una foto de Ignacio Velasco González; 1997, con un óleo sobre lienzo de Juan Valdés; y 2016, con un óleo sobre lienzo de César Ramírez.




Y otro cartel de César Ramírez es precisamente el conmemorativo del CCL aniversario de la Virgen de las Aguas, pintado también al óleo sobre lienzo.


A su lado se muestra el logotipo creado por Roberto Iglesias Boby para conmemorar esta efeméride.


Vemos también en esta parte de la exposición la portada del Proemio Cofradiero de 2016, pintado a grafito sobre papel por Pepillo Gutiérrez Aragón.


En una vitrina se muestran diferentes documentos, contratos y facturas relativos a la ejecución de enseres del ajuar y del paso procesional de la Virgen de las Aguas, así como a donaciones de particulares e instituciones que colaboraron en su realización.








Y en otra vitrina están las partituras de diferentes marchas procesionales dedicadas a la Hermandad del Museo y principalmente a la Virgen de las Aguas. Además de la archiconocida composición "Virgen de las Aguas", de Santiago Ramos Castro, vemos las partituras de "A mi Virgen del Museo", "Reina del Museo", "Lunes Santo en el Museo", "Loor a María Santísima de las Aguas", "Virgen del Museo" y "Museo".


Continuamos con varias obras pictóricas relacionadas con la Virgen de las Aguas, como es el óleo sobre lienzo "La Virgen en la calle", pintado por Antonio Iglesias en 1951.


Junto a éste, vemos "La Virgen por la plaza", pintado por Bartolomé Tovar en 1958.


En 2018 César Ramírez también pintó a la Virgen de las Aguas en el óleo sobre lienzo titulado "Aguas de María".


También vemos "Abanico de la Virgen", una obra pintada al óleo sobre lienzo y madera por Antonio Iglesias en el último tercio del siglo XX.


Y también de Antonio Iglesias es "Procesión de la Virgen", un óleo sobre lienzo de 1970.


En 1979 por primera vez un grupo de costaleros hermanos se encargaron de cargar el paso de la Virgen de las Aguas. Juan Antonio Huguet Pretel pintó una obra conmemorativa de esa hazaña y la propia hermandad recordó a los hermanos que lo hicieron posible con un panel cerámico. Además, los nombres de aquellos primeros hermanos costaleros del palio del Museo constan en unos documentos enmarcados junto a una representación en miniatura de la parihuela del paso.




Seguimos el repaso a lo expuesto con una reproducción a reducido tamaño de la Virgen de las Aguas, realizada en barro cocido y policromado por Luciano Galán en 2007.




Los varales del paso de palio de la Virgen de las Aguas tienen en su base reproducciones de imágenes marianas que son patronas de distintos puntos de España. En la exposición podemos ver los moldes en barro cocido de todas ellas, obra de Sebastián Santos de 1947.


En otro punto de esta tercera sala vemos dos antiguas fotografías de la dolorosa con distintas diademas sobre su cabeza.



Junto a estas fotos vemos precisamente una diadema muy reciente, labrada en metal dorado por Joaquín Ossorio en 2014.


Y también aquí se pueden contemplar dos de los antiguos varales del primer paso de palio de la Virgen de las Aguas, realizados en metal plateado en 1922 por Manuel Seco Imberg. Actualmente los posee la Hermandad del Nazareno de Constantina.




De ese primer palio también se muestra una de las caídas, confeccionada en encaje de bolillos de oro por el taller de Miguel del Olmo en 1922. Hoy pertenece a la Hermandad de la Soledad de Huévar del Aljarafe.




Pasamos a una vitrina en la que en primer lugar llama la atención la presencia de un pañuelo que sufrió los daños de un incendio producido en la Capilla del Museo en 1947 y que afectó a una de las manos de la Virgen.


Junto al pañuelo están una reproducción facsímil del libro de reglas fundacional de la hermandad, de 1575, y el libro de recibimiento y jura de hermanos del siglo XIX.



Continuamos con dos jarras de metal plateado y repujado de finales del siglo XIX que formaron parte del paso de palio gracias a su donación en 1922 por parte de una hermana.


Luis Álvarez Duarte también realizó una reproducción a pequeño tamaño de la Virgen de las Aguas. Es de barro cocido y policromado del último tercio del pasado siglo XX y la hizo para un particular que la donó a la hermandad.



A su lado está el banderín del IV centenario de la hermandad, confeccionado por el taller de Esperanza Elena Caro en 1975, utilizando para ello unos bordados de Juan Manuel Rodríguez Ojeda de las antiguas maniguetas del paso.


También vemos dos incensarios de metal plateado y autor anónimo. Uno de ellos es del siglo XIX y el otro es de primeros del siglo XX.


Seguidamente se muestran tres varas. De izquierda a derecha vemos una de metal plateado y madera de finales del siglo XIX; una de metal plateado cincelado y labrado de Fernando Marmolejo de mediados del siglo XX; y la vara de hermano mayor de latón pulido de 1922 y de autoría desconocida que fue regalada a Francisco Pérez Lama, quien fuera máximo responsable de la cofradía.


Vamos a otra vitrina, donde vemos la personalísima diadema de plata sobredorada y piedras preciosas de Joyería Fadrique Díaz, de 1922.


Junto a ella está la diadema de Emilio García Armenta, realizada en oro, plata sobredorada y brillantes en 1943.


Y entre ambas diademas está la pequeña imagen de la Virgen del Pilar que figura en la delantera del paso de palio, labrada en plata de ley, plata sobredorada y piedras preciosas por Jesús Domínguez en 1971.


También podemos ver las manos originales que Cristóbal Ramos realizó en barro cocido y policromado para la Virgen de las Aguas en 1772, y que tienen la particularidad de estar entrelazadas, que es como César Ramírez las ha pintado en el cartel del CCL aniversario de la talla.


A la exposición se han llevado tres sayas del ajuar de la Virgen de las Aguas. La primera de ellas es la de terciopelo negro, confeccionada en 1991 por Juan Antonio Curquejo Morales con bordados en oro procedentes del antiguo manto de las hermanas Antúnez del siglo XIX.


La siguiente ha sido restaurada este mismo año por el taller Cyrta y es la realizada por el taller de Esperanza Elena Caro en 1947, de tisú de plata con bordados en oro y sedas de colores.


Y la tercera es también de Elena Caro y consta de bordados de una antigua saya de las Antúnez pasados a terciopelo rojo.


Y llegamos al último de los enseres de la exposición, que es el óleo sobre lienzo de Juan Antonio Huguet Pretel de 1998, regalado por la Hermandad del Museo a la Empresa Municipal de Aguas de Sevilla (Emasesa) con motivo del patronazgo de la dolorosa sobre dicha empresa pública.


Como complemento a todo lo expuesto, concluye la muestra con un extenso panel con la cronología de los acontecimientos más importantes en la historia de la imagen de la Virgen de las Aguas desde su realización por Cristóbal Ramos en 1772 hasta la actualidad.






Un gran acierto, sin duda, el de la Hermandad del Museo, que ha planteado una exposición conmemorativa de María Santísima de las Aguas centrada no sólo en ella, sino en la propia trayectoria artística de su autor, el muy prolífico escultor Cristóbal Ramos.

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