lunes, 25 de abril de 2022

JUEVES SANTO 2022: JORNADA COMPLETA CUATRO AÑOS DESPUÉS

Para encontrar en la memoria un Jueves Santo de sol, completo, con sus siete cofradías en la calle había que remontarse cuatro años atrás, al día del amor fraterno de 2018. Porque el último Jueves Santo prepandemia fue aquél de la granizada, de las calles cubiertas de color blanco por una tormenta de granizo que sorprendió en una jornada que, contra toda lógica, acabó arreglándose y las tres últimas cofradías, y sólo ellas, pudieron salir (ver).
Nada que ver con el Jueves Santo de 2022, que no sólo relució más que el sol, como dice la expresión popular acerca de esos tres jueves del año, sino que el calor se hizo notar, aunque menos de lo que iba a ocurrir en los días siguientes.
Relució el sol y, con él o por él, relució el dorado del paso de misterio de la Hermandad de las Cigarreras, que a las tres en punto de la tarde se ponía en camino desde la Capilla de la Fábrica de Tabacos; fábrica hoy cerrada en un recinto que se verá radicalmente transformado en los próximos años y del que la hermandad ha conseguido por fin la cesión de la capilla para acabar así con la preocupación sobre su sede en el futuro. Un diputado de tramo aconsejaba a sus nazarenos: "Id dándole la vuelta al cirio para que no se doble". Fotos hay de otros años de nazarenos de esta misma hermandad con el cirio completamente doblado cruzando el Puente de San Telmo en otro Jueves Santo de mucha temperatura.
Los Villanueva seguían con su intensa semana, ahora con el paso de la Columna y Azotes; o lo que es lo mismo, la flagelación del Señor. Se trata de un conjunto escultórico que hace veinte años fue transformado por José Antonio Navarro Arteaga, realizando cuatro de los soldados romanos. El otro, el que sujeta la túnica en la trasera, ya existía y es del mismo autor. En cuanto al Señor, es obra de Francisco Buiza, imaginero que hace unos días hubiera cumplido cien años. La transformación que Navarro Artega le dio a este misterio le hizo ganar en calidad artística y en riqueza escenográfica. Incluso podríamos decir que ganó en precisión histórica.
En el momento de la salida, y tras interpretar la banda de cornetas y tambores de la propia hermandad la Marcha Real, se pudo escuchar "Requiem", con la que el paso comenzó a rodear la fuente situada en la plaza del recinto de la antigua fábrica donde se encuentra la capilla. Posteriormente, la banda tocó "Y fue azotado", con la que el paso salió a la calle Juan Sebastián Elcano. Y tras una parada, giró a la calle Virgen de la Victoria precisamente con la marcha titulada así en honor a la dolorosa. Lirios morados, flor invariable en el exorno desde 2003, adornaban el paso del Señor de la Columna y Azotes.












































Dentro de la capilla, a la Virgen de la Victoria algunos músicos le tocaron la marcha "Valle de Sevilla" y después ya toda la Banda de Música de Las Cigarreras interpretó la Salve a Nuestra Señora de la Victoria, marcha con una parte con letra que los hermanos cantaron.
Seguidamente, el histórico paso de palio, adornado con rosas blancas en las jarras delanteras y en los frisos de los costeros, y con claveles del mismo color en las jarras entre los varales, salió de la capilla con el Himno de España y después comenzó su recorrido a los sones de "Corpus Christi", a la que seguiría "Virgen de la Victoria" para salir del recinto a Juan Sebastián Elcano.
Después de una parada, la Virgen de la Victoria, que tenía una réplica en plata de la Nao Victoria a sus pies, se adentró en su calle mientras la banda tocaba "Como tú, ninguna". En dicha calle, desde un balcón se soltaron varios globos blancos al paso de la dolorosa y se le tiraron pétalos desde varias viviendas al mismo tiempo. Y tras una nueva parada, continuó su camino con "Coronación de la Macarena".










































La Hermandad de la Exaltación ha podido por fin salir de la Iglesia de Santa Catalina, lo que no ocurría desde 2004. El templo reabrió sus puertas en noviembre de 2018 y la lluvia y la pandemia han impedido hasta este año volver a ver a sus titulares saliendo de su casa; una estampa inédita para cualquier adolescente.
Ya en 2019 estaba previsto que fuera tras el paso de misterio del Santísimo Cristo de la Exaltación la Banda de Cornetas y Tambores de la Archicofradía del Paso y la Esperanza de Málaga. Este año hemos asistido por tanto a su estreno por las calles de Sevilla tras el imponente misterio de la Exaltación, que se presentaba adornado con flores moradas, fundamentalmente iris, delphinium y eryngium, además de esparraguera, yedra y musgo. Por otro lado, el Cristo de la Exaltación lucía las potencias de Villarreal de 1959, que han sido recientemente restauradas por Joyería Josman.
Por la calle Gerona, el paso de misterio llegó hasta la esquina con Santa Ángela de la Cruz, donde se produjo un relevo de costaleros. Después, se internó por dicha calle y la banda malagueña interpretó "Dios Padre, Dios del Amor" ante el Convento de las Hermanas de la Cruz. A continuación, mientras el paso se alejaba tras haberse levantado a pulso, sonó "Amor de Madre".





























Por su parte, el paso de palio de Nuestra Señora de las Lágrimas pasaba del primer tramo de Gerona al segundo a los sones de "Y en Triana, la O", a cargo de la Banda Municipal de Música de Arahal. Como curiosidad, hay que señalar que la última vez que salió de Santa Catalina las caídas tenían como soporte el terciopelo morado, y no azul como se recuperó tras su restauración. 
En estos años también ha sido restaurado el manto, del Taller de Hijos de Olmo, el mismo al que correspondía una saya de la que en 2020 Jesús Rosado hijo una réplica que este Jueves Santo ha lucido por ver primera en su paso. El estado de la saya original la hacía irrecuperable, por lo que la hermandad optó por hacer esta réplica, bordada en oro sobre terciopelo color crema. Y también es interesante destacar el estreno de un broche con el lema "En cada lágrima", donado por un grupo de hermanos en honor a los donantes y trasplantados de médula.
En cuanto al exorno floral del paso de palio de la Virgen de las Lágrimas, se componía de rosas de color rosa, orquídeas cymbidium blancas, alhelíes también blancos, flor de cera y helecho coral oro. Antes de abandonar la calle Gerona, la Banda de Arahal tocó "Virgen de las Aguas", mientras que para el giro a Santa Ángela de la Cruz la marcha escogida fue "La Virgen de Sevilla".





























Cerca de allí, en la calle Feria, iniciaba su estación de penitencia la Hermandad de Monte-Sión. Sobre el paso de misterio, el Señor Orando en el Huerto ante el ángel que acude a darle consuelo mientras Santiago, San Juan y San Pedro duermen. Los tres apóstoles, por cierto, han estrenado sus túnicas, mientras que el Señor tenía un nuevo cíngulo de Cordonería Alba. Y también era novedad la restauración de los Evangelistas de las esquinas, labor llevada a cabo por David Segarra.
El Señor Orando en el Huerto ha salido este año con la túnica morada bordada en oro por Sobrinos de Caro en 1940, restaurada y enriquecida por José Ramón Paleteiro en 2017. Y sobre el hombro derecho tenía un mantolín rojo. En cuanto al exorno floral, se componía de una combinación de calas, rosas, proteas, iris, cardos y margaritas.
En el momento de la salida, tras el Himno Nacional, un hombre cantó una saeta desde un balcón situado frente a la Capilla del Rosario. Después, el paso se levantó y la Agrupación Musical de la Redención interpretó "Orando en Monte-Sión" mientras el misterio giraba levemente a su derecha para que quienes estaban en dicho lado vieran al Señor, antes de girar al otro lado para comenzar a recorrer la calle Feria. "Orando al Padre" y "Rosario" fueron las siguientes marchas con las que el paso de misterio de la Oración en el Huerto comenzó su estación de penitencia.





































Tras el cortejo de la Virgen, procedió a realizar su salida el paso de palio de María Santísima del Rosario a las órdenes de Manuel Vizcaya. Rosas champán y rosas de pitiminí adornaban el paso, para el que la Banda de Música de la Cruz Roja interpretó después del Himno la marcha "Rosario de Monte-Sión".
Ocurrió lo mismo que con el paso de misterio y el palio giró hacia su derecha antes de hacerlo a la izquierda. Y también hubo una saeta para la Virgen del Rosario, que después se marchó por la calle Feria a los sones de "María del Rosario" y luego "La Estrella Sublime".




























Y de una salida a otra. En la Iglesia de la Anunciación todo estaba preparado para que comenzara su estación de penitencia la Hermandad del Valle, una de las tres corporaciones que tuvieron suerte y en 2019, pasada la tempestad, pudieron salir a la calle. Este año la hermandad ha estrenado una nueva insignia, el guión del Cardenal Cervantes, obra de Ramón León. Y en el cortejo del primer paso, antes del paso de la Coronación de Espinas, siempre llama la atención la reliquia de la Santa Espina, portada en unas pequeñas andas por cuatro acólitos.


En el paso de la Coronación han sido novedad los ropajes de las figuras secundarias, confeccionadas por Fernando Calderón para la frustrada estación de penitencia de 2020. En cuanto al Cristo de la Coronación de Espinas, iba revestido con la clámide conocida como la de los bodoques, recuperada en 2015 por el bordador Jesús Rosado.
La Capilla Musical Pasión iba delante del paso, junto a cinco integrantes de la Escolanía Salesiana María Auxiliadora. Pero, como es costumbre en este paso y en el segundo, la Banda de Música Maestro Tejera interpretó una composición en el momento de la salida.



















En completo silencio, tras esa primera marcha, va durante todo su recorrido el paso de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, donde el Señor se encuentra camino del Calvario con las llamadas Hijas de Jerusalén y con la Verónica, cuyo paño este año lo ha pintado Antoine Cas.
Si el paso de la Coronación iba a adornado con diversas flores rojas, el paso de la Calle de la Amargura tenía su habitual combinación de lirios morados, calas blancas, rosas rojas, cardos, espinos y otras especies.



















Finalmente, salió de la Anunciación con el Himno de España el paso de Nuestra Señora del Valle, que ha procesionado sin su palio, dado que las caídas y el techo están siendo restauradas por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). Para paliar un poco la sensación de poca altura del paso, la dolorosa iba elevada no sólo sobre su peana procesional, sino también sobre la del paso de Santa Teresa de la Archicofradía del Carmen del Santo Ángel.
La sensación, en cualquier caso, fue extraña, más parecida a un paso de gloria que al de una dolorosa. Sin embargo, la candelería, las jarras, los faroles, el manto... todo colocado en la forma habitual acentuaba que faltaba algo. ¿Que no es la primera vez que vemos una dolorosa procesionando así? Pues no. La última fue la Esperanza Macarena en septiembre de 2010. Pero, lo cierto es que un paso de palio sin palio es un paso incompleto, raro, para no repetir. Quede, por tanto, como estampa curiosa del Jueves Santo de 2022 y poco más.
"Virgen del Valle" fue la primera marcha que la Banda del Maestro Tejera tocó para la dolorosa en la calle Laraña. Después sería el turno de "Quinta Angustia" mientras buscaba el cruce con Orfila.






















La primera hermandad del día, la de los Negritos, estaba ya a esa hora de regreso hacia la Capilla de los Ángeles. Es éste un año de celebración para la corporación, ya que se cumplen cuatro siglos de la talla del Santísimo Cristo de la Fundación, obra de Andrés de Ocampo. Además, ha sido la primera estación de penitencia desde la coronación canónica de Nuestra Señora de los Ángeles, que tuvo lugar el 18 de mayo de 2019 (ver).
En su camino de vuelta a casa, la Hermandad de los Negritos detiene siempre sus pasos en el Convento de Santa María de Jesús. El Cristo de la Fundación se volvió ante la ventana donde las hermanas clarisas contemplaban el paso, tan característico, de esta imagen cuatro veces centenaria.
Tras esta parada, el paso, comandado por Antonio Hierro, siguió su camino por la calle Águilas hacia la plaza de Pilatos, y después llegó a la Iglesia de San Esteban, cuya hermandad recibía a los cofrades de los Negritos con las puertas abiertas y el estandarte corporativo. Al fondo, se veían los pasos de San Esteban con la candelería encendida.
El paso del Cristo de la Fundación llegó a volverse ante la puerta ojival dentada antes de continuar hacia la Puerta de Carmona, siempre con el acompañamiento de la Capilla Musical Ars Sacra y del coro De Profundis, que estrenaron y recuperaron para la ocasión diversas composiciones. El monte y las jarras de las esquinas estaban adornados con tulipanes morados y espinos.












































Tras el paso del crucificado, iba una amplia representación de hermandades que tienen como titular mariana a la advocación de los Ángeles. Entre ellas, la Borriquita de Huelva, en cuya estación de penitencia participó el Domingo de Ramos una representación de la cofradía sevillana.


El paso de palio de Nuestra Señora de los Ángeles también se paró ante las clarisas en el Convento de Santa María de Jesús. A él llegó con la marcha "Hosanna in excelsis" a cargo de la Asociación Filarmónica Cultural Santa María de las Nieves, de Olivares. Las religiosas le cantaron a la dolorosa de los Ángeles, que después se marchó con la marcha "Quinta Angustia".
Poco después, el originalísimo palio continuó por la plaza de Pilatos a los sones de "Triana" y alcanzó la Iglesia de San Esteban con la marcha "Salud de Triana", evidenciando que, por la estética de sus pasos y el acompañamiento musical, la Hermandad de los Negritos parecen ser dos en una. Toda una joya, en cualquier caso, de principio a fin.



























Uno de los grandes estrenos de este Jueves Santo fue la vuelta de una banda de música tras el paso de misterio de la Hermandad de la Quinta Angustia, que hasta principios del siglo XX era habitual para acompañar la escena del Descendimiento. La Banda de Música Nuestra Señora del Carmen de Villalba del Alcor ha sido la escogida para esta recuperación histórica.
No ha sido de todas formas un acompañamiento musical al uso, dado que la banda sólo ha tocado en momentos puntuales del itinerario y ni siquiera se oían los tambores en cada chicotá entre marcha y marcha. Se puede decir que el paso ha seguido andando en silencio y sólo en determinados instantes la banda ha interpretado alguna marcha.
Es lo que ocurrió, por ejemplo, al salir de la Catedral, momento en que se escuchó la marcha "Ione", a cuyo término se hizo el silencio y la banda no volvió a tocar hasta que el paso estaba llegando al Arco del Postigo, cuando interpretó "Jesús de las Penas".
Por otra parte, hay que mencionar que ha sido la primera estación de penitencia desde la restauración del Cristo del Descendimiento, que fue repuesto al culto en febrero de 2021 después de la intervención llevada a cabo por Esperanza Fernández Cañero.



























Y llegamos a la séptima y última hermandad del Jueves Santo, la de Pasión, que, con el retraso acumulado en carrera oficial, abandonaba la Catedral y se disponía a subir la Cuesta del Bacalao de camino a la Iglesia del Salvador.
Alegra ver que esta hermandad ha dejado atrás la obsesión por las túnicas lisas para la estación de penitencia y cada vez es menos raro ver sobre su paso a Nuestro Padre Jesús de la Pasión con una de las ricas túnicas bordadas que tiene en su ajuar.
En esta ocasión, como en 2017, ha salido con la túnica más antigua de las que posee, bordada en oro sobre terciopelo morado por Manuel María Ariza en 1845. En cuanto al paso, iba adornado con un monte de claveles rojos.

















Y tras un buen número de penitentes con cruces y las parejas de nazarenos con cirios blancos del cortejo de la Virgen, subía la Cuesta del Bacalao el paso de palio de Nuestra Madre y Señora de la Merced a los sones de "Amarguras", interpretada por la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva de Salteras.
El palio concentraba los principales estrenos de la corporación, ya que Jesús Rosado se ha encargado en estos últimos años de restaurar el techo, que debería haberse visto en todo su esplendor ya en 2020, y las caídas. Se trata de un impresionante conjunto de bordados sobre terciopelo azul, realizado en 1929 por Carmen Capmany, con diseño de Antonio Amiáns.
Pero además, José Antonio Grande de León se ha encargado por su parte de restaurar la saya de salida, realizada a partir del traje de novia de María de las Mercedes de Borbón, y la túnica y el mantolín de San Juan Evangelista.
El resultado de todo ello es el perfecto estado de un conjunto textil de los más interesantes de la Semana Santa sevillana, un paso que a los sones de "La Madrugá" se marchó por Placentines y Francos hacia el Salvador.















El Jueves Santo es una de las grandes jornadas de la Semana Santa gracias a sus siete hermandades, todas con un gran peso histórico y un riquísimo patrimonio devocional y procesional. Y este año, tras uno de lluvia y dos de pandemia, hemos tenido la suerte de recuperarla con todo el esplendor de un día que, este año sí, ha relucido más que el sol.

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