El besamanos a María Santísima del Dulce Nombre, de la Hermandad de la Bofetá, ha comenzado hoy, viernes, en la Parroquia de San Lorenzo y se extenderá hasta el mediodía del domingo. Por este motivo, la dolorosa se encuentra en el centro de la capilla de la corporación, elevada sobre su habitual peana dorada de besamanos.
La imagen está vestida con su manto procesional de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, que ha cumplido un siglo este año, la saya de terciopelo rojo de Hijos de Olmo también de 1923 y la toca de sobremanto de malla bordada por las Hijas de la Caridad de Cádiz (1957). Sobre la cabeza tiene su corona de salida, de Joyería Dalmás (1926), mientras que en el pecherín hay un broche, un alfiler con su advocación y la medalla de oro de la provincia de Sevilla. Más abajo, a la altura del vientre, lleva una medalla de la Virgen de los Reyes. Asimismo, hay que comentar que la Virgen del Dulce Nombre ofrece a los devotos la mano derecha y no sujeta nada ni en ésta ni en la izquierda.
Flanqueando a la dolorosa que tallara Antonio Castillo Lastrucci en 1924 vemos dos columnas de madera dorada que sostienen sendos candelabros de plata con velas blancas, y al lado dos jarras con lisianthus blancos y nardos; flores que también están a los pies de Nuestro Padre Jesús ante Anás y del Santo Cristo del Mayor Dolor.
Al fondo, el camarín de la Virgen está tapado por una reproducción fotográfica de la pintura de la Inmaculada Concepción de Francisco Pacheco. La obra original está en la misma Parroquia de San Lorenzo, en la capilla de Santa Ana, junto a la de la Soledad. Y delante de la reproducción hay hasta dieciocho candeleros con cera blanca, cuatro jarras más con las mismas flores ya mencionadas y cuatro bandejas de plata. Por último, hay que indicar que en el lado derecho de la capilla se encuentra la imagen de San Juan Evangelista que acompaña habitualmente a la dolorosa en su camarín.
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