Durante cuatro días se pudo observar el resultado de un trabajo que ha durado aproximadamente tres años y que por primera vez salió a la calle, aunque sin estar acabado, el pasado Sábado Santo de 2012.
La exposición del paso permitió detenerse en la contemplación de cada detalle del canasto y de los respiraderos, que sin duda en Semana Santa pasan más desapercibidos porque la vista se dirige fundamentalmente a las imágenes.
El paso está realizado en madera de cedro real procedente de Brasil con un estilo romántico característico de los pasos de finales del siglo XIX y principios del XX. Recuerda en cierta medida al antiguo paso, realizado por José Gil en 1935 (el que se desechó porque se decía que era inutilizable debido a su mal estado, aunque luego fue vendido...), pero enriquecido en la talla y en la ornamentación.
Entre los detalles que más llaman la atención se encuentran las flores talladas a lo largo del paso, de formas diferentes, los racimos de uvas repartidos por el canasto y la mantis religiosa escondida entre la decoración vegetal.
En lo que respecta a las cartelas, la frontal representa a la Santísima Trinidad y el resto son diversas escenas de la Pasión del Señor. Además, en los respiraderos encontramos una cartela frontal con el escudo de la Hermandad de la Trinidad, y otra trasera con el emblema de la Hermandad Sacramental de la hoy extinta Parroquia de Santa Lucía, con la que la Trinidad se fusionó durante su estancia en dicho templo en los años inmediatamente posteriores a la invasión francesa.
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