viernes, 8 de febrero de 2013

ROCÍO: PASIÓN Y FE, LUZ DE PENTECOSTÉS


Hasta mañana, sábado, puede visitarse en la sede del Círculo Mercantil e Industrial la segunda exposición cofradiera del año, "Rocío: pasión y fe, luz de Pentecostés", organizada por las hermandades del Beso de Judas y la Matriz de Almonte, como conmemoración de los cincuenta años transcurridos desde el nombramiento de la segunda como hermana mayor honoraria de la primera.
Se trata de una muestra muy interesante y que merece la pena contemplar con detenimiento porque cuenta con enseres de ambas corporaciones, lo que es especialmente destacado en el caso de la Hermandad Matriz del Rocío, que no acostumbra a exponer su patrimonio, y menos fuera de su aldea. En cuanto a la del Beso de Judas, se exponen no sólo enseres de la hermandad penitencial, sino también de las más antiguas Sacramental de Santiago y Virgen del Carmen de dicho templo.
Como solemos hacer, repasaremos concienzudamente cada elemento de esta exposición empezando por el patio e introduciéndonos en cada una de las dos salas expositivas para ver el contenido completo de la muestra.
Y es precisamente en el patio donde encontramos la gran sorpresa de esta nueva cita con el Mercantil. Allí se ha querido representar, a modo de misterio de Semana Santa o de nacimiento navideño, el misterio de Pentecostés, es decir, la venida del Espíritu Santo sobre la Virgen María, los Apóstoles y María Magdalena, siguiendo el patrón compositivo de El Greco en su famoso cuadro, que incluyó a esta última junto a la Virgen.
Además, dado que Antonio Castillo Lastrucci fue el autor de todas las imágenes de la Hermandad del Beso de Judas (ambos titulares y el misterio completo), se ha querido hacer un homenaje a este imaginero sevillano al reunir a varias de sus obras para esta escena.
Así, para representar a los doce apóstoles, se ha contado con los cinco que figuran en el misterio de la Redención junto al Señor y Judas Iscariote (Juan, Pedro, Santiago, Andrés y Tomás). La Hermandad de los Panaderos, por su parte, ha cedido sus tallas de Juan, Pedro y Santiago, mientras que los 'apóstoles' arrodillados en la parte frontal de la escena son en realidad sayones de las hermandades de la Estrella y San Esteban. Finalmente, para completar el apostolado, el imaginero Fernando Aguado, que ha colaborado en el diseño, ha recurrido a las tallas de José de Arimatea y un soldado romano realizados para el misterio de la Exaltación de la Hermandad de las Viñas, de Jerez de la Frontera.
También de Aguado es la Magdalena, perteneciente a la Hermandad de la Piedad de Cabra, y la Virgen, una talla realizada en barro policromado expresamente para esta exposición.
Completa la escena el Espíritu Santo, representado en la paloma que el techo de palio de la Virgen del Rocío tiene en su centro.




























Pasamos ya a la primera sala y vemos que los enseres expuestos no están separados según a qué hermandad pertenecen, sino que están mezclados dando lugar a alguna combinación muy curiosa. De izquierda a derecha, lo primero que vemos es una saya roja bordada en oro con bordados del siglo XIX realizada para la Virgen del Rocío del Beso de Judas por Pepe Aguilar y Rafael Villadiego.


En la pared de detrás vemos los llamados Cuadros de las Abuelas, pintados por Maireles para la Hermandad Matriz en la década de los setenta. Una de las 'abuelas' sostiene parte de la ráfaga de la Virgen almonteña y la otra, su corona.



A continuación, vemos parte del frontal del paso de palio de la Virgen del Rocío, con los respiraderos de metal plateado (Jesús Domínguez, 1960), varias jarras de orfebrería (Hijos de Juan Fernández, 1963), el llamador (Jesús Domínguez, 1960) y los faldones (Manuel Solano, 2010), además de dos faroles entrevarales (Hijos de Juan Fernández, 1964).







También de la dolorosa del Lunes Santo es una saya morada bordada en oro en 2010 por Enrique Bendala y Concha Caro con diseño de Pepe Aguilar.


Seguimos con una de esas curiosas combinaciones a las que aludíamos antes. Vemos la caída frontal del paso de palio de la Virgen del Rocío (exterior de Francisco Carrera, interior de Carrasquilla y Elena Caro, y diseño de Dubé de Luque), elevada sobre dos de los varales del mismo (Jesús Domínguez, 1960), y entre ambos, una corona, resplandor y ráfagas de plata biseladas de autor desconocido del siglo XIX pertenecientes a la Virgen del Rocío de la Hermandad Matriz.








A ambos lados están las caídas laterales del paso de palio. Bajo una de ellas vemos un manto de terciopelo de seda azul noche bordado en oro por Talleres Santa Bárbara en 1993 según diseño de Joaquín López, junto a una saya de tisú de plata bordada en oro por Carrasquilla en los años cincuenta, restaurada y reformada por Pepi Maya en 2005. Ambas piezas pertenecen a la Virgen del Rocío dolorosa.



Y al otro lado, bajo el segundo paño de caídas laterales del palio, se puede ver una toca de sobremanto bordada en oro sobre malla en 2002 por Pepi Maya, según diseño de Pepe Aguilar.



El cuadro pintado por Fernando Aguado como cartel de la exposición se sitúa a continuación. Está presidido en la parte superior por la paloma que representa al Espíritu Santo y cuenta con imágenes que se pueden identificar con las dos hermandades organizadoras.


Pasamos ahora a una serie de enseres pertenecientes todos ellos a la Hermandad Matriz de Almonte. En primer lugar vemos el Traje de Pentecostés realizado por Talleres Santa Bárbara entre 2010 y 2011. Está compuesto por saya, corpiño, mangas, puñitos, sobremangas, manto, toca, traje del Niño y rostrillo.






Junto a todo ello, en una vitrina se encuentra un sombrero donado por los vecinos de Almonte y estrenado en 1998.


A su lado, vemos el guardapolvo o capote donado en 1977 por Ignacio Cepeda Morales.


Debajo, en otra vitrina, se expone la llamada Saya de Pastora o de Viaje, confeccionada en 2005 por el taller de bordados de la propia hermandad. Junto a ella y sus mangas, un pañito bordado sobre seda con hilo de oro y seda por Javier Anguas, y donado por el vicario parroquial, los santeros y el sacristán en 1998.



Otra pintura expuesta es la de los "Exvotos del carro", un óleo sobre lienzo realizado por autor desconocido en 1970.


Para finalizar con esta sala, en una vitrina situada en el centro de la estancia hay diferentes enseres de menor tamaño de la Hermandad del Beso de Judas: un pañuelo bordado en organza de 1910, un broche de oro con el nombre de Rocío regalado por el resto de hermandades del Lunes Santo, un broche de oro con el escudo de la hermandad, un encaje de Bruselas tipo duquesa del siglo XIX, un puñal de oro blanco y brillantes donado por la Duquesa de Osuna del siglo XVIII, un velo de blonda de seda francesa del siglo XIX, un rosario de coral y plata sobredorada del siglo XIX, un encaje de aplicación de Bruselas también del XIX, un broche de oro con la Virgen del Rocío de Almonte, un broche de oro con el escudo de la Hermandad Matriz donado por la misma en 2012 y un pañuelo de encaje de aplicación de Bruselas del XIX.






La segunda sala está dedicada prácticamente en solitario a la Hermandad del Beso de Judas y a la conmemoración del medio siglo desde que ésta nombrara hermana mayor honoraria a la Hermandad Matriz. En el centro hay una mesa con diferentes enseres de la Hermandad Sacramental de Santiago, fusionada en 1983 con la del Beso de Judas. Se trata de una cruz de altar, unas sacras y unos atriles, todo ello del siglo XVIII.


En el perímetro de la sala, de izquierda a derecha, vemos en primer lugar un panel con el proyecto de bordado del manto de la Virgen del Rocío, con diseño del Taller de Bordados Santa Bárbara.


Debajo, podemos ver un cíngulo y un pecherín bordado en oro sobre tul por Enrique Bendela y Concha Caro en 2012 según diseño de Pepe Aguilar.



Seguidamente, bajo una gran fotografía antigua de la Virgen del Rocío, encontramos una vitrina con unas potencias en metal dorado (2005), réplica de unas anteriores que fueron sustraídas, el llamador del paso de misterio (1995) y las potencias de oro de ley (1999), todo de Manuel de los Ríos.




La Hermandad del Beso de Judas ha llevado a esta exposición los dos carteles conmemorativos de recientes efemérides, como es el caso del cincuentenario de la imagen del Señor de la Redención, pintado por Jesús Vázquez Vargas en 2008, y el del cincuentenario de la propia cofradía, obra de Daniel Puch (2005).



Entre ambos cuadros vemos un conjunto muy conseguido de piezas diversas que cuenta en el centro con el boceto de Nuestro Padre Jesús de la Redención realizado por Antonio Castillo Lastrucci y presentado por el escultor a la hermandad para su aprobación.



Bajo el busto, se ha colocado una pequeña urna con parte de un tronco y una rama de un olivo y algo de tierra del huerto de Getsemaní recogidos por la familia García Maldonado durante un viaje a Tierra Santa en 2007 junto al Cardenal de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo.


A ambos lados vemos sendas túnicas del Señor de la Redención: la de tisú de plata bordada en oro por Francisco Carrera Iglesias en 2008 y la de terciopelo morado bordada en oro por Pepi Maya en 2001 con diseño de Pepe Aguilar.



Flanqueando a estas túnicas se encuentran las cuatro jarras doradas con ángeles mancebos talladas por Castillo Lastrucci en 1958 para las esquinas del antiguo paso de misterio, hoy en la Hermandad de la Mortaja de Algeciras. La cofradía sevillana decidió quedarse con estas jarras que utiliza para diferentes cultos internos, como ocurrió en el besamanos de la Virgen del Rocío de los pasados 7 y 8 de diciembre.





En una esquina de esta segunda sala se encuentra la talla de Judas Iscariote que traiciona al Señor de la Redención con un beso en el paso de misterio. Fue tallado en 1958 por Castillo Lastrucci, como todo el conjunto escultórico.





En otra vitrina vemos diversos elementos de la antigua Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, como el Libro de Reglas, y de la Hermandad Sacramental, como una custodia de metal sobredorado del siglo XVII.




Junto a ellos, se sitúa el Simpecado de la Hermandad Sacramental de autor anónimo del siglo XVIII, hoy utilizado por la cofradía cada Lunes Santo abriendo el cortejo de nazarenos del paso de palio. Esta insignia aparece entre los dos faroles de cruz de guía (Jesús Domínguez, 1962).




Casi como única pieza perteneciente a la Hermandad Matriz de Almonte en esta sala encontramos el Cuadro de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío, pintado en 1920 por Castillo Lastrucci. En él se puede ver al Cardenal Almaraz imponiendo la corona sobre la cabeza de la Blanca Paloma.


A continuación, dentro de otra vitrina vemos, de izquierda a derecha, la corona de plata sobredorada de José Jiménez (1957), un corazón italiano del siglo XIX con un resplandor de plata sobredorada de Fernando Marmolejo (2011), una corona de plata y media luna del siglo XVIII, el fajín del teniente general de aviación González Gallarza donado en 1961 y la corona de plata sobredorada de Hijos de Juan Fernández (1982).






También de la Hermandad Sacramental de Santiago vemos una cruz parroquial de madera tallada y dorada del siglo XVIII, restaurada por Enrique Castellanos en 2011, y una casulla bordada en repostero del siglo XIX.



Llegamos a una zona dedicada expresamente al nombramiento de la Hermandad Matriz como hermana mayor honoraria del Beso de Judas. Destaca la presencia del pergamino con este nombramiento regalado a la hermandad almoteña. También vemos el cuadro de la Virgen del Rocío del Almonte regalado por su hermandad a la sevillana en aquel momento, junto a diversos documentos de entonces. Asimismo, vemos un cuadro de la dolorosa del Rocío que en 1983 le regaló la cofradía de penitencia a la Hermandad Matriz.





Del mismo año de dicho nombramiento se expone el cartel anunciador de la romería del Rocío, que en 1963 tuvo lugar entre los días 1 y 3 de junio.


Seguidamente contemplamos el Mediatrix de la Hermandad del Beso de Judas, que incluye una reproducción de la Virgen del Rocío de Almonte. Fue estrenado en 2012 y cuenta con diseño de Francisco Carrera Iglesias, autor de los bordados, mientras que la orfebrería es de los Hermanos Delgado. Esta insignia está situada entre las banderas del Señor y de la Virgen, diseñadas por Pepe Aguilar y bordadas por Francisco Carrera en 2007.





Por último, la Hermandad del Beso de Judas ha llevado al Mercantil la convocatoria de la bendición de la dolorosa del Rocío, ceremonia que tuvo lugar en Santa María La Blanca el 4 de diciembre de 1955 y que fue presidida por el Cardenal José María Bueno Monreal. Cuatro días más tarde, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción, se celebró el primer besamanos de la Virgen, fecha que la hermandad mantiene para este culto interno en la actualidad.


Suena a redundante con respecto a lo que ya hemos dicho de otras exposiciones organizadas en el Círculo Mercantil con anterioridad. Pero es cierto. "Rocío: pasión y fe, luz de Pentecostés" es una gran muestra con miles de detalles que merecen ser disfrutados con mucha calma por todos los visitantes, desde el mismo patio del edificio hasta cada una de las dos salas expositivas.

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