sábado, 22 de septiembre de 2018

LA VIRGEN DE LOS DOLORES DE SAN JOSÉ OBRERO, EXPUESTA EN BESAMANOS


La Hermandad de San José Obrero celebra este fin de semana, tras el triduo y la función solemne de la semana pasada, el besamanos a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, que se encuentra situada, como es habitual en este culto, en un espacio reservado en la nave del Evangelio de la parroquia, mirando hacia la puerta que da a la calle Samaniego.
Está elevada sobre una peana de madera dorada y policromada, y viste manto de terciopelo rojo con bordados en oro, saya blanca de tisú también bordada y fajín hebraico. Sobre las sienes lleva su corona procesional y en el pecherín algunos broches, entre los que destaca un corazón atravesado por los siete puñales en alusión a su advocación, joya estrenada este año y realizada por Miguel Ángel Alonso, así como una cruz a la altura del vientre. La Virgen de los Dolores da a besar su mano derecha, mientras que con la izquierda sostiene un rosario.
Alrededor de la imagen vemos los cuatro candelabros de guardabrisa del paso de Nuestro Padre Jesús de la Caridad y de San José Obrero colocados sobre columnas de terciopelo rojo y galones dorados. Y ante cada uno de los candelabros hay centros florales de color blanco donde hay rosas, margaritas, gladiolos, antirrhinum y paniculata, además de algunos nardos en el gran centro colocado en el suelo, ante la dolorosa.
Al fondo, hay un gran cortinaje de terciopelo rojo y un pabellón del que cuelgan otras dos piezas de tela del mismo color que se sujetan en los extremos por unas piezas de crestería de madera policromada, y que dejan ver en el centro el anagrama de María con corona enmarcado en una artística pieza de madera tallada y dorada.



































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