La plaza que oficiosamente muchos llamaban de Santa Marina, situada ante la iglesia del mismo nombre en el ensanche de la calle San Luis, es oficialmente desde este semana la plaza del Señor de la Resurrección. Días atrás se inauguraba la rotulación descubriendo un poste que ha sido ubicado justo delante de la fachada, entre la torre y la puerta principal del templo.
Dejando de lado el debate de si justo delante de un bien de interés cultural es el mejor sitio para colocar dicho poste con la nueva rotulación, lo cierto es que el Ayuntamiento ha dado así respuesta al interés de la Hermandad de la Resurrección por dedicar este espacio urbano a su Cristo titular, coincidiendo con la celebración del cincuentenario fundacional de la corporación.
Esto es lo que puede verse fuera de la Iglesia de Santa Marina. Pero dentro encontramos ya perfectamente preparado el paso del Señor de la Resurrección para su salida extraordinaria del próximo sábado. El paso se encuentra en el presbiterio, donde vemos al Señor con las primeras potencias que tuvo, realizadas en plata sobredorada por Jesús Domínguez en 1973, inspiradas en las de oro de 1915 del Señor del Gran Poder. Con ellas, restauradas por Orfebrería Bernet, saldrá el sábado.
Detrás, preside el templo Nuestra Señora de la Aurora, que luce un manto cedido por la Hermandad de la Hiniesta, así como la diadema estrenada el pasado mes de mayo en el vía lucis extraordinario (ver), obra también de Bernet. Finalmente, el altar de insignias se encuentra montado en la capilla en la que recibe culto durante todo el año la Virgen de la Aurora.
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