La comunidad salesiana de Triana vivió ayer su día grande con la salida procesional de María Auxiliadora, la 'Sentaíta', y de San Juan Bosco, que renovaron la tradición de recorrer las calles del barrio en la jornada del 24 de mayo.
La calle Condes de Bustillo estaba llena de gente en las inmediaciones de la parroquia salesiana en los instantes previos a la salida procesional, lo que denota la devoción del barrio por María Auxiliadora. A las seis de la tarde comenzó a salir el cortejo, del que formaron parte niños que este año han recibido la Primera Comunión, así como alumnos y profesores del colegio salesiano trianero, y miembros de la asociación de fieles.
No tardó en salir el paso de San Juan Bosco, que este año ha ido acompañado por la Agrupación Musical Santa María de la Esperanza, de la Agrupación Parroquial Bendición y Esperanza del Polígono Sur. Ha sustituido así a la Agrupación Polillas de Cádiz, que fue tras este paso hasta el año pasado.
Sonó el Himno Nacional en el momento de la salida, seguido por la marcha "Salve, don Bosco santo". Con ella, el paso, adornado con claveles blancos en las jarras y en el friso de la peana y de los respiraderos, así como rosas en las esquinas, giró a su derecha y comenzó a avanzar.
Tras una primera parada en la calle, San Juan Bosco siguió adelante con una segunda chicotá con la marcha "Cinco Llagas". Y en la siguiente giró a la calle San Jacinto a los sones del "Himno de San Antonio", marcha a la que siguió "La Piedad" tras detenerse ante la fachada del Hospital Infanta Luisa.
Detrás del paso de San Juan Bosco continuó el cortejo de la cofradía, en el que se vio representación de diferentes hermandades de Triana, y finalmente salió del templo el paso de María Auxiliadora, al que la Banda Municipal de Música Fernando Guerrero, de Los Palacios y Villafranca, tocó el Himno de España. Cayó entonces una petalada sobre el paso y después sonó "Tú, mi Auxiliadora" con el paso girando en Conde de Bustillo.
Lilium, rosas de color rosa y gladiolos adornaban el paso de la Virgen, para la que se lanzaron algunos cohetes en el momento de la salida y después se lanzarían más de forma aislada a lo largo del itinerario de la procesión.
Para el resto de Condes de Bustillo y el giro a San Jacinto, la banda tocó la marcha "Aurora, Reina de la mañana", enlazada con "Y en Triana, la O". El paso se detuvo ante el hospital y la levantá que se produjo en este punto la dedicó el capataz a todos los enfermos del hospital. "Que la Virgen les dé mucha salud y esperanza", dijo. Luego, María Auxiliadora comenzó a recorrer la calle San Jacinto mientras sonaba la marcha "Macarena", de Abel Moreno.
Al mismo tiempo que María Auxiliadora recorría las calles de Triana, casi todas las hermandades del Rocío de la ciudad realizaban su primera etapa del camino. Desde su retablo cerámico adosado a la Parroquia de San Jacinto, la Virgen del Rocío asistía a la procesión y veía pasar en primer lugar a San Juan Bosco, que pasó por ella con la marcha "Nuestro Padre Jesús de la Victoria".
Por delante tenía el paso la Capilla de la Estrella, cuya hermandad estaba en la puerta con su estandarte corporativo. Hasta ese punto llegó San José Obrero con la marcha "Orando al Padre". El paso se volvió y se detuvo casi bajo el dintel de la capilla para después alejarse con "Virgen de la Paz".
Por su parte, María Auxiliadora se detuvo también cerca del retablo de la Virgen del Rocío y luego realizó una chicotá a tambor antes de llegar a la Estrella. A continuación, se produjo un relevo de costaleros y ocuparon su lugar bajo las trabajaderas los que iban a llevar a la Virgen ante la dolorosa trianera del Domingo de Ramos. Lo hizo mientras la banda de Los Palacios y Villafranca interpretaba "Tras tu verde manto".
Los hermanos de la Estrella cantaron la Salve a María Auxiliadora y luego el paso se levantó y comenzó a moverse mientras sonaba "La Estrella Sublime", marcha que la banda interpretó dos veces mientras el paso se alejaba y se acercaba a la capilla, y giraba después para continuar por San Jacinto en dirección al Altozano.
La procesión continuó por Pureza, pasando ante la Capilla de los Marineros, y por la Parroquia de Santa Ana. Tras cruzar Pagés del Corro, fue acercándose hasta el templo por calles como Evangelista, Trabajo o Voluntad hasta volver a casa, donde el paso de María Auxiliadora entró cuando faltaban unos minutos para las doce de la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario