María Santísima del Rosario estuvo ayer expuesta en besamanos en el altar mayor de la Iglesia de Santa Catalina, donde permanece durante la jornada de hoy, sábado, situada sobre parte superior de la peana procesional de la Virgen del Carmen de la misma hermandad.
En este besamanos podemos contemplar de cerca el nuevo manto que se ha incorporado al ajuar de la que es Patrona de la feligresía; una pieza textil del siglo XIX de brocado realizado en seda de color amarillo albero y que cuenta con motivos chinescos. Además, lleva una saya blanca bordada en oro y una toca de encaje. El Niño, por su parte, viste de color crema.
La Virgen del Rosario de Santa Catalina tiene la corona, la ráfaga, el cetro y la media luna que porta en sus salidas procesionales, además de su habitual juego de pendientes, que acaban de ser restaurados. En la mano izquierda, la que sujeta el cetro, tiene también un rosario, mientras que el Niño sujeta otro con las dos manos, teniendo además el orbe y la cruz en la izquierda.
Junto a la imagen mariana se sitúan dos pequeñas columnas de madera dorada con jarrones en los que hay diversas especies florales de color blanco, principalmente lisianthus y margaritas. Estas mismas flores están igualmente en dos centros en el suelo. Por otro lado, hay cuatro altos blandones dorados con cera blanca. Sobre el banco del retablo mayor se disponen cuatro candeleros dorados con cirios también blancos.
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