lunes, 8 de octubre de 2018
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, DE LAS SIETE PALABRAS, EN BESAMANOS
La Parroquia de San Vicente acogió este domingo el besamanos a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que presidió para ello un altar en el presbiterio alto del templo, a los pies del retablo mayor. Durante la mañana y la tarde, los devotos pudieron besar las manos de la Virgen precisamente en la jornada de su festividad.
Se encontraba elevada sobre una peana de madera policromada con decoración que simulaba el mármol y vestía el conjunto de manto y saya de brocado verde recamado en plata, del siglo XVIII, mientras que el Niño Jesús tenía un trajecito de tonalidad amarilla. Lucía las piezas de orfebrería con las que sale a las calles cada 1 de noviembre: corona, ráfaga, cetro y media luna; así como diferentes joyas en el pecherín y un rosario sujeto por ambas manos.
El altar de este besamanos a la Virgen del Rosario se adornaba con seis jarras del paso de palio de Nuestra Señora de la Cabeza con nardos y lisiantum blancos. Dos de esas jarras, las de los extremos, estaban situadas sobre mesas de madera dorada, mientras que las otras cuatro, ubicadas más cerca de la imagen, se encontraban sobre sendas columnas de madera también dorada con fuste estriado y capitel de estilo dórico.
Delante de cada unas de las mesas de los extremos había un farol de mano de orfebrería plateada. Finalmente, junto a la Virgen había seis candeleros dorados, y en los extremos dos parejas de altos blandones, todo ello con cera de color blanco.
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