viernes, 26 de octubre de 2018

LA SOLEDAD DE SAN LORENZO, SOBRE SU PASO EN EL TRIDUO EXTRAORDINARIO


La Hermandad de la Soledad de San Lorenzo ha iniciado este viernes un triduo extraordinario en honor a su Virgen titular con motivo del sesquicentenario del traslado de la corporación a su actual sede canónica procedente de la Parroquia de San Miguel, derribada por la junta revolucionaria de la llamada Gloriosa de 1868.
Para este triduo, la Virgen de la Soledad se encuentra sobre su paso procesional, que ejerce de altar de este culto extraordinario después de haber formado parte de la exposición conmemorativa que tuvo lugar en el Ayuntamiento entre el 4 y el 19 de octubre (ver). El paso está en el presbiterio alto de San Lorenzo, entre varios blandones dorados con cera blanca y dos mesas de madera dorada sobre las que se sitúan los candelabros traseros del paso cuatro jarras con flores blancas como las situadas ante la dolorosa y los dos ángeles de la trasera, atribuidos a Francisco Antonio Gijón.
La Soledad de San Lorenzo viste para este triduo su manto procesional, de terciopelo negro bordado en oro por Josefa Antúnez entre 1867 y 1875, y la saya de raso blanco atribuida a Juan Manuel Rodríguez Ojeda y regalada a la Soledad por la Hermandad de la Reina de Todos los Santos en 1940. Asimismo, luce la diadema de plata dorada labrada en 1893 por Valentín Franco y Francisco Lastortres. En el pecherín lleva un alfiler con su advocación y el puñal de oro de Joyería Aldao de 1969, mientras que en las manos sostiene un pañuelo, una corona de espinas y unos clavos.












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