La Hermandad de Padre Pío celebró el lunes, solemnidad de la Inmaculada Concepción, el besamanos a la Santísima Virgen Madre de la Divina Gracia, que se situó para ello en el presbiterio bajo de la Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz, sobre una alfombra y una pequeña peana de plata.
La dolorosa de Álvarez Duarte se presentó en esta ocasión vestida con un manto perteneciente a la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real; se trataba del conocido como el manto torero, realizado en 1973 por Antonio Rincón utilizando trajes de luces de los toreros Aparicio, El Litri y Diego Puerta. Además, la Virgen de la Divina Gracia llevaba una saya de terciopelo azul con bordados en oro, su corona procesional y diferentes broches y pendientes repartidos por el pecherín. Y en la cintura contaba con un fajín rojo con borlones dorados.
Por otro lado, en la mano derecha, la que daba a besar, tenía unas medallas y un anillo, mientras que en la izquierda sujetaba dos rosarios e igualmente llevaba un anillo. Y a sus pies, sobre la peana ya mencionada, se dispuso una media luna.
Flanqueando a la Virgen se situaron dos jarras de su paso de palio con variadas especies florales de distintas tonalidades sobre sendos pies de base cuadrada de damasco rojo. Cada jarra estaba colocada entre dos candeleros con cera blanca.
Al fondo, delante de un cortinaje y un sencillo dosel rojo podíamos ver la pintura de San Juan de la Cruz que habitualmente está en el lado izquierdo del presbiterio y al que se dedican unos cultos extraordinarios en estos días. Rodeaban a la pintura diversos candeleros con cirios blancos, una pequeña imagen de la Inmaculada, más jarras con las mismas flores ya mencionadas y dos faroles del paso de palio de la Virgen de la Divina Gracia.





























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