viernes, 5 de diciembre de 2025

TRASLADO BAJO PALIO DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN EN EL PARQUE ALCOSA


Tras el protagonismo en octubre de Nuestro Padre Jesús del Divino Perdón en la celebración del XXV aniversario de su hermandad (ver), en este mes de diciembre, coincidiendo con los cultos en su honor, le toca a la titular mariana, María Santísima de la Purísima Concepción. Ayer, jueves, la corporación penitencial del Parque Alcosa vivió un rosario vespertino que sirvió de traslado de la imagen desde su sede, la Iglesia de la Beata Ana María de Javouhey, hasta la Parroquia de los Desamparados, donde se van a celebrar sus cultos desde hoy hasta el lunes.
Para este rosario, la Virgen de la Purísima Concepción fue llevada en andas bajo un pequeño palio cedido por el Grupo de Fieles del Mayor Dolor de la Barzola, que cuenta con unas caídas de estilo antiguo con letras de plata en las que se puede leer "Ecce ancilla Domini, fiat mihi secundum verbum tuum" ("He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra"), dado que la Virgen a la que pertenece dicho palio tiene la advocación de Encarnación.
Además, la Virgen de Alcosa, que vestía por completo de color negro, llevaba a sus pies una media luna de orfebrería dorada prestada para este fin por la Hermandad de Nuestra Señora de las Mercedes de Mairena del Aljarafe.
La salida del cortejo, encabezado por cruz alzada entre ciriales seguida de hermanos con cirios y el estandarte corporativo, se produjo a las siete de la tarde, comenzando a recorrer la calle Escritor Alfonso Grosso. Fue en ella donde se rezó el primer misterio del Santo Rosario. Al ser jueves, se trataba de los misterios luminosos, siendo el primero "El bautismo de Jesús en el Jordán".
La parada para este primer misterio se aprovechó para hacer un relevo entre los cofrades que portaban las andas a las órdenes del capataz Juanma Cantero. Llamaba la atención el exorno de las andas, que contaban con cuatro pequeñas jarras con tres rosas rojas cada una, mientras que el resto de jarras, que eran las del paso de palio de la dolorosa, tenían flores doradas y hojas plateadas. Por otro lado, ante la Virgen, que estaba elevada sobre su peana procesional, veíamos un total de veintidós candeleros, mientras que entre los varales había cuatro guardabrisas y dos faroles también del paso de palio.




















La Virgen de la Purísima Concepción, que llevaba diadema en lugar de corona, siguió en línea recta hacia la calle Elda, en la que se rezó el segundo de los misterios luminosos, "La autorrevelación en las Bodas de Caná". Posteriormente, giró a la izquierda en Pintor Alfonso Grosso, deteniéndose en el cruce con Ontur.























El tercer misterio luminoso, "El anuncio del Reino de Dios", se rezó en la siguiente calle, Jesús del Divino Perdón, deteniéndose la dolorosa de José Antonio Navarro Arteaga ante el Centro Cívico Alcosa, momento en el que también se relevaron los encargados de llevarla por las calles. 
Hay que mencionar como nota negativa el poco caso que se le hacía al hermano que rezaba cada una de las estaciones, al que apenas se respondía en cada Padre Nuestro y Ave María que iniciaba. Probablemente hay demasiados cofrades que no son conscientes de la importancia que tiene el rezo del Santo Rosario.
La Virgen de la Purísima Concepción salió desde la calle dedicada al Señor del Divino Perdón a la avenida Ciudad de Chiva, en la que tuvo lugar más adelante el rezo del cuarto misterio luminoso del rosario, "La Transfiguración".

























Desde Ciudad de Chiva, el cortejo tomó la calle Ciudad de Alfafar. En ella se rezó el quinto y último misterio, "La institución de la Eucaristía"; y con él, se produjo el último relevo de hermanos cargadores a quienes el capataz les indicó a qué hora debían estar en la parroquia este lunes para el recorrido de regreso.
A continuación, la Virgen de la Purísima Concepción alcanzó la calle Ciudad de Paterna y se detuvo a pocos metros de la Parroquia de los Desamparados, donde se rezaron las letanías con las que finalizó el Santo Rosario.













Con las andas paradas mirando hacia la puerta del templo, se le retiró la parte inferior antes de subir la rampa para poder pasar el dintel en el momento de la entrada. Así, finalmente la Virgen de la Purísima Concepción se adentró a las nueve de la noche en la parroquia, siendo recibida por la Hermandad de los Desamparados y por la comunidad parroquial.
Las oraciones finales cerraron este traslado y la dolorosa del Divino Perdón se quedó mirando hacia el altar mayor de la parroquia, hacia la Virgen de los Desamparados, vestida ya para la celebración de la Inmaculada Concepción en su retablo.










Hoy, viernes, comenzará a las ocho de la tarde el triduo en honor a María Santísima de la Purísima Concepción, que se prolongará hasta el domingo. Durante estos días, además, la dolorosa estará expuesta en besamanos. Finalmente, el lunes será la función solemne a las once de la mañana, y posteriormente tendrá lugar el traslado de regreso a la Iglesia de la Beata Ana María de Javouhey.

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