Madre de Dios de la Palma, de la Hermandad del Cristo de Burgos, estuvo expuesta ayer en besamanos en la festividad de la Inmaculada Concepción. En esta ocasión, la dolorosa recibió a los devotos en la propia capilla de la hermandad, a los pies del Santísimo Cristo de Burgos y de las tallas de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, que son las que acompañaban al crucificado en su retablo.
La Virgen de la Palma se encontraba en el centro de la capilla, sobre una peana de madera dorada y policromada. Vestía manto rojo de camarín y saya blanca de tisú, ambos bordados en oro. Llevaba la corona de salida, un collar de perlas, una pequeña cruz pectoral, el broche en forma de palma y algunos pequeños broches más. En la cintura tenía la Medalla de la Ciudad otorgada por el Ayuntamiento en 2023 y en la mano izquierda un pañuelo, siendo la derecha la que daba a besar.
Junto a la dolorosa se podían ver un total de catorce candeleros con cera blanca y dos jarras del paso de palio con claveles blancos, flores que también estaban en un centro a los pies de la imagen. Detrás de ella se dispusieron otras dos jarras de claveles blancos y catorce candeleros más, mientras que a los pies del crucificado había un pequeño monte de claveles rojos, siendo también blancos los que había ante San Juan y la Magdalena. Finalmente, el estandarte corporativo estaba en el lado derecho de la capilla.




































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