EL SEÑOR DE LA SENTENCIA PRESIDIÓ UN VÍA CRUCIS CON DIVERSOS ESTRENOS

La Hermandad de la Macarena celebraba la noche de este viernes, primero de la Cuaresma, el tradicional vía crucis con la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia recorriendo las calles de la feligresía de San Gil. Este año el vía crucis ha contado con diversos estrenos, siendo el más destacado el de los nuevos faldones de las andas, donados por un grupo de hermanos y devotos, y confeccionados en el taller de Charo Bernardino, según el diseño de David Calleja.
Alrededor de las siete y media de la tarde comenzó el vía crucis con el rezo de la primera estación en el interior de la Basílica de la Macarena. El Señor de la Sentencia, que vestía la túnica de Joaquín Castilla, de 1960, estaba aún en el presbiterio, mientras que el cortejo que le antecedía ya había salido a la calle.
En el propio cortejo estaba otras novedades del vía crucis de este año, ya que se dividía en tres tramos de hermanos con cirios, en lugar de los dos de años anteriores. La cruz alzada entre ciriales abría el primer tramo, el banderín del Señor el segundo, y el estandarte corporativo el tercero, tras el que iban un total de cincuenta parejas de los hermanos más antiguos de la hermandad. Tras ellos, por primera vez puso sus cánticos ante el Señor la Escolanía Esperanza Macarena, que iba junto a la Coral Polifónica de la propia corporación de la Madrugá y al grupo de música de capilla de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen, de Salteras.
Seis ciriales iban antes de las andas del Señor, que tras dejar atrás el interior del templo se detuvo para el rezo de la segunda estación en el atrio, donde un hombre cantó una saeta, antes de pisar la calle.

Hasta tres agentes de la Policía Nacional escoltaban las andas del Señor de la Sentencia, que estaban adornadas con un monte de claveles rojos e iluminadas por cuatro guardabrisones con cera blanca. Los hermanos se iban turnando portando al Señor por las calles.
Tras salir del atrio, el cortejo discurrió por la recientemente denominada Plaza de la Esperanza Macarena, girando hacia la izquierda, mirando hacia Bécquer, en lugar de tomar San Luis, como ha sido habitual en años anteriores. De esta forma, el Señor pasó por la renovada casa hermandad en dirección a la calle Muro.

En la misma esquina entre las calles Bécquer y Muro se rezó la tercera estación del vía crucis. Cada una estaba marcada por una cruz de penitente entre cirios blancos. Al finalizar el rezo, se situaban detrás del Señor de la Sentencia para continuar tras él todo el recorrido. Una gran cantidad de gente seguía al Señor, que desde Muro buscó la calle Escoberos.

El itinerario del vía crucis de este año del Señor de la Sentencia continuó por la calle Parras, desde la que se encaminó a San Gil, San Luis, la Plaza del Pumarejo y finalmente discurrió junto a la antigua muralla en la calle Macarena antes de regresar a la Basílica con la Esperanza y la Virgen del Rosario.