La imagen de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad estuvo expuesta en devoto besamanos el pasado domingo en la Parroquia de San Pedro, donde se encontraba sobre una fina peana plateada ante el altar en el que recibe culto diario.
Vestía el manto y la saya de terciopelo morado con bordados en oro que suele llevar cada Viernes Santo durante su estación de penitencia y un fajín de color rojo con tres entorchados y borlones dorados. Lucía una corona de plata, un broche en el pecherín y un rosario en cada mano. En la izquierda, además, tenía un pequeño avión de plata regalado en 1954 a la dolorosa por la compañía Iberia, dado que la Virgen de Loreto es la Patrona de la aviación.
La dolorosa estaba a la altura de las barandillas que separan la capilla de la hermandad del resto del templo, y ante ella hacia los lados se dispusieron varios blandones dorados con altos cirios blancos. Detrás, el camarín de la Virgen estaba ocupado por tres de las imágenes de plata que ocupan las pequeñas capillas de su paso procesional, con una bandeja de plata a los pies de la de San Pedro y dos candelabros en los laterales. Asimismo, en la parte superior había una pintura con diversos elementos identificativos del primer Papa de la Iglesia.
Sobre la mesa del altar había otros dos candelabros y dos pequeñas jarras con flores de talco, mientras que en los laterales veíamos dos pequeños doseles con los ángeles de las esquinas del paso y otros enseres. Finalmente, en el espacio existente entre la dolorosa y el altar se colocaron dos jarras con rosas blancas, estátice y paniculata sobre sendos pies de terciopelo rojo y galones dorados, y una pareja más de candelabros de gran altura.
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