sábado, 16 de marzo de 2019

EL SEÑOR DE LA SALUD Y CLEMENCIA RECORRIÓ SU BARRIO EN VÍA CRUCIS


La Hermandad de Padre Pío celebró anoche el vía crucis cuaresmal por las calles del barrio, llevando para ello sobre unas andas a Nuestro Padre Jesús de la Salud y Clemencia. Durante algo más de hora y media, el Señor fue discurriendo por el itinerario diseñado y deteniéndose para el rezo de las diferentes estaciones del vía crucis, muchas de las cuales estaban señalizadas mediante los mismos reposteros rojos con una cruz dorada que una semana antes se utilizaron en el vía crucis de la Hermandad del Cerro (ver), a la que la de Padre Pío visita cada Sábado de Pasión en su estación de penitencia.
El Señor de la Salud y Clemencia esperaba el inicio del vía crucis en el lado derecho del presbiterio alto de la Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz. Vestía una túnica lisa de terciopelo morado y llevaba sus potencias de salida. En cuanto a las andas, tenían unos faldones de damasco morado y algunos elementos de la crestería del propio paso procesional del Señor. Estaban iluminadas en la parte delantera por los faroles de entrevarales del paso de palio de la Virgen de la Divina Gracia, y en la trasera por dos guardabrisas.
En cuanto al exorno floral, contaba con dos jarras con claveles rojos en los costeros, mientras que sobre la mesa de las andas había una mezcla de especies de distintos colores, fundamentalmente, rojas, moradas y malvas. Por otra parte, delante iba el relicario que también puede verse cada año en el paso del Señor, con una reliquia de San Juan de la Cruz.





A eso de las ocho y cuarto de la tarde comenzó a salir de la parroquia el cortejo, después del rezo de la primera estación dentro del propio templo. La cruz alzada con manguilla entre ciriales iba delante, dando paso a varias parejas de hermanos con cirios rojos. Tras el estandarte corporativo iban algunos hermanos más y, a continuación, un quinteto de metales de la Agrupación Musical Santa Cecilia.
Detrás de los ciriales, venía ya el Señor de la Salud y Clemencia en sus andas, y al dejar atrás la parroquia giró a la derecha en la Ronda de la Doctora Oeste, metiéndose después en las calles que llevan los nombres de distintas localidades por Alájar, donde un repostero marcaba la siguiente estación.












Más adelante, tomó las calles San Juan de Aznalfarache, Valencina de la Concepción y Mairena del Aljarafe. En una de las esquinas de esta calle, en la que precisamente se rezó una de las estaciones del vía crucis, llama la atención el rótulo que dice literalmente "Mairena del Jaarafe". Así lleva varios años sin que el Ayuntamiento ordene un poco aquel galimatías y reponga la L que falta.











A continuación, el Señor de la Salud y Clemencia recorrió otro tramo de la calle Alájar antes de tomar Lora de Estepa, donde fueron las hermanas las encargadas de portar durante algunos metros las andas. Después, el cortejo salió de nuevo a la Ronda de la Doctora Oeste, donde se rezaron algunas estaciones más.


















Finalmente, el Señor de la Salud y Clemencia se acercó hasta la parroquia, habiéndose rezado trece de las catorce estaciones. La última se iba a rezar en el interior del templo, al que accedió con los hermanos que portaban las andas subiendo los escalones de acceso sin rampa alguna.
Tras una parada en el mismo dintel de la puerta, el Señor avanzó por la nave central hasta el presbiterio.













Allí, en el presbiterio, se rezó la décimo cuarta estación del vía crucis, para después cerrar este culto el párroco del Buen Pastor y San Juan de la Cruz, Antonio Sayago, con la bendición final.

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