jueves, 1 de abril de 2021

LOS MISTERIOS DEL VALLE, JUNTO AL MAJESTUOSO ALTAR DE LA DOLOROSA


Si no fuera porque falta el paso de palio de la Virgen del Valle, cuyas caídas están siendo restauradas, cualquiera que pase hoy a la Iglesia de la Anunciación podría pensar que estamos ante un Jueves Santo de verdad (sí, he dicho de verdad) y que la Hermandad del Valle lo tiene todo preparado para salir esta tarde a realizar su estación de penitencia.
Así lo haría pensar la presencia de los dos pasos de misterio de la corporación, el de la Coronación de Espinas y el de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, completamente montados flanqueando el altar presidido por Nuestra Señora del Valle.
Los dos pasos llevan en la Anunciación desde la Cuaresma del año pasado, cuando fueron trasladados hasta ahí por sus costaleros para ser montados de cara al Jueves Santo de 2020. El confinamiento y la imposibilidad de reunir a los costaleros para devolver los pasos a las dependencias de la hermandad los ha mantenido en el templo desde hace más de un año.
Aprovechando esta circunstancia, la hermandad decidió subir sobre ellos las tallas secundarias, los faroles y más recientemente a las imágenes titulares, contribuyendo así a hacernos creer por un momento que estamos ante una Semana Santa normal y que los templos se visitan para ver pasos y no altares efímeros con los que saciar nuestra necesidad (porque es necesidad) de cofradías.
No dejen de visitar la Anunciación, párense ante la impresionante Virgen del Valle, pero también ante los pasos de la Coronación y la Calle de la Amargura, y sueñen por un momento que la iglesia abrirá esta tarde sus puertas, filas de nazarenos morados saldrán por ellas a la calle Laraña y el Jueves Santo alcanzará su plenitud al atardecer a los sones de la partitura inmortal de Vicente Gómez Zarzuela. Sueñen, en definitiva, que es Jueves Santo. Un Jueves Santo de verdad.























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