Cuatro grandes blandones dorados con cera azul rodeaban al Cristo de San Agustín, que tenía los dos brazos de la cruz sujetos por sendas columnas de color rojo con aplicaciones doradas. Detrás había dos faroles dorados de mano y dos jarras plateadas con flores diversas de tonos morados.
Asimismo, a un lado se ubicaron los cuatro ciriales que anteceden al paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza, mientras que, a los pies del retablo de la hermandad, se colocó a un lado la bandera del Santo Crucifijo de San Agustín que forma parte del cortejo de la cofradía cada Domingo de Ramos y el estandarte corporativo.
Finalizado el besapié, se celebró un vía crucis con la imagen del crucificado llevado por sus cofrades por las naves del templo parroquial.
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