Así, tenía la mano izquierda pegada al corazón, en tanto que la derecha estaba extendida y sujetaba una corona de espinas, tal cual la vimos durante su última estación de penitencia.
No cabe duda de cuánto ha ganado esta dolorosa en los últimos años. En primer lugar, gracias a la restauración practicada por Pedro Manzano en 2013, pero también con la vuelta de José Antonio Grande de León como vestidor. Es habitual la expresión "Sevilla ha redescubierto a la Soledad de San Buenaventura". Esta Virgen de Gabriel de Astorga ya era una auténtica maravilla, pero es evidente que una restauración muy bien hecha y una inspirada forma de vestirla han beneficiado a la Soledad Franciscana de la calle Carlos Cañal.
Sin duda esta Dolorosa se reivindica como una de mejores imágenes de nuestra Semana Santa, tanto tiempo pasando desapercibida. Tiene una unción y una expresividad espectacular. Maravillosas fotografías, felicidades.
ResponderEliminar