El Señor que tallara José Antonio Navarro Arteaga vestía túnica de tono anaranjado abierta en el pecho y con cordones. Asimismo, tenía un cordón más grueso en la cintura que le ataba las manos y que caía generosamente sobre la peana.
Flanqueaban al Señor dos pequeñas columnas estriadas y jaspeadas que sostenían sendas jarras del paso de palio de la Virgen del Rosario con flores rosas. Además, delante de dichas columnas había un total de cuatro blandones plateados, dos a cada lado, con cera blanca.
Al fondo, era testigo del besamanos desde el altar de la parroquia el Cristo del Consuelo, de Darío Fernández Parra, entre seis candeleros con cirios blancos y las cuatro tallas de los evangelistas que se sitúan en las esquinas del paso de misterio del Puente Cedrón.
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