El domingo se clausuró la tercera de las exposiciones del "Círculo de Pasión", organizadas por el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla en su sede de la calle Sierpes. En esta ocasión, la protagonista fue la Hermandad de San Benito, coincidiendo con el 25 aniversario de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación, que tuvo un espacio propio dentro de la muestra.
Vamos a iniciar nuestro recorrido por el patio, donde llamó mucho la atención la presencia de todas las figuras secundarias del paso de misterio de la Presentación al Pueblo, dispuestas no como en el paso, sino reproduciendo de la manera más fiel posible la disposición que el pintor italiano Antonio Ciseri le dio a los personajes de su cuadro "Ecce Homo" (1871), en el que se inspiró Antonio Castillo Lastrucci para tallar el conjunto escultórico de la cofradía de la Calzada entre 1924 y 1928.
Castillo Lastrucci fue elegido por la hermandad tras presentar un boceto que los cofrades prefirieron frente al presentado por Manuel González Migolla. Castillo, al igual que ocurriría con otros misterios, como el realizado para la Hermandad de la Bofetá unos años antes, dotó a las figuras de ropajes realizados con telas encoladas. Tras la riada de 1948 que inundó la Parroquia de San Benito, el propio imaginero sustituyó los primitivos ropajes por otros nuevos que son los que actualmente se conservan. La Hermandad de San Benito, con gran acierto, ha mantenido estos ropajes con el paso de los años, mientras otras cofradías desbastaron las tallas para ponerles ropas reales de tela.
Como es sabido, el conjunto escultórico que acompaña al Señor de la Presentación al Pueblo se compone de Pilatos, Claudia Prócula y su criada, un miembro del Sanedrín, un esclavo negro y dos soldados romanos.
La ausencia del Señor de la Presentación se suplió en la exposición con una túnica con una corona de espinas colocada encima. No faltaron la loba capitolina que remata el sitial de Pilatos y el antiguo pebetero del paso de misterio, además de una balaustrada similar a la que aparece en el cuadro de Ciseri.
Siguiendo el orden marcado por la exposición, lo primero que nos encontrábamos, al margen del conjunto escultórico, era el primer uniforme de la Agrupación Musical de la Encarnación, que llevaron sus componentes entre 1990 y 1994.
A su lado se encontraba el cartel de la exposición, pintado en técnica mixta sobre lienzo por Juan Antonio Blanco Ramos este mismo año.
También se mostraba la cruz de guía de la hermandad, tallada en madera de pino de Flandes por Antonio Martín, con imaginería de Rafael Barbero y dorado de Antonio Díaz, de 1962.
En la muestra también se expuso la gubia utilizada por el propio Antonio Castillo Lastrucci.
Y a su lado, se exponía el boceto de la cabeza de Pilatos, realizada en escayola en 1927.
Entramos ya en una de las salas de la muestra, donde veíamos en primer lugar el estandarte corporativo, bordado en oro y sedas por Leopoldo Padilla Vic, con asta de Manuel Villarreal (1959) y remate de Manuel de los Ríos (2003). Fue restaurado por Artesanía Santa Bárbara en 1986 y 2014.
La exposición de la Hermandad de San Benito también ha servido como homenaje al imaginero Francisco Buiza, autor del Santísimo Cristo de la Sangre y de otras tallas de la hermandad, y al tallista Antonio Martín, responsable de los pasos tanto de la Presentación como del crucificado. De Buiza son los cuatro evangelistas de las esquinas del paso del Cristo de la Sangre, que estaban colocados, de izquierda a derecha, en el siguiente orden: San Lucas, San Juan, San Mateo y San Marcos. Todos son de madera policromada y estofada (1969).
En esta zona también se podía ver el respiradero frontal del paso del Cristo de la Sangre, de Antonio Martín. Tiene ángeles y tallas de santos de Francisco Buiza, y el dorado del paso corrió a cargo de Luis Jiménez Espinosa. El paso se realizó entre los años 1967 y 1969.
El paso del Cristo de la Sangre cuenta en la delantera con una talla del Ángel Custodio debido a la vinculación del crucificado con la Policía que le tiene por patrón. La talla del ángel es de madera policromada y estofada, obra de Francisco Buiza (1969) y restaurada este año por Juan Manuel Miñarro.
Seguimos con una túnica del Señor de la Presentación al Pueblo, confeccionada por José Guillermo Carrasquilla Perea en terciopelo granate bordado en oro, según diseño de Juan Oliver (1965).
A su lado, se encontraba otra túnica, ésta de 1935, de los talleres de Rafael Peris. Es de terciopelo burdeos bordado en oro y ha sido restaurada este año por Jesús Rosado Borja.
A continuación se exponía una pintura del Señor de la Presentación, pintada en óleo sobre lienzo por Manuel Burgos Fernández en 1985.
Bajo el cuadro, había una vitrina con diferentes enseres, como unas potencias del Cristo de la Sangre de plata sobredorada (Jesús Domínguez, 1966), otras del Señor de la Presentación de metal sobredorado (José Álvarez Riqui, 1930), y otras de plata sobredorada también del Señor de la Presentación (Manuel Villarreal Fernández, 1948).
En la misma vitrina se exponían las cartelas de los respiraderos del paso de la Sagrada Presentación de Jesús al Pueblo, de madera tallada, dorada, policromada y estofada. La talla es de Antonio Martín, la imaginería es de Francisco Buiza y el dorado de Herrera y Feria (1968). Las escenas que se representan en estas cartelas son la Adoración de los Pastores, la Huida a Egipto, Jesús entre los doctores de la ley y el Bautismo de Jesús.
Seguimos con una fotografía del primitivo Señor de la Presentación de Jesús al Pueblo, tallado por Esteban Domínguez en 1922. Se bendijo bajo la advocación de Cristo de la Sangre y fue titular hasta el estreno del actual misterio en 1928. Esta imagen se encuentra desde 1937 en la Parroquia de Santiago El Mayor de Villanueva del Río, donde tiene la advocación de Cristo Redentor Cautivo.
A continuación, veíamos varios enseres que hacen alusión al carácter sacramental de la hermandad. En 1956 la Iglesia de San Benito se transforma en parroquia y dos años después la cofradía se convierte en hermandad sacramental. Manuel Villarreal Fernández realiza en plata de ley en 1965 el guión sacramental.
Seguimos con una talla del Niño Jesús, de Juan Antonio Blanco Ramos (2001), de madera de caoba policromada y estofada.
Al lado había una vitrina con un copón de plata sobredorada (1992), las vinajeras de alpaca sobredorada (2002), las campanillas de alpaca plateada (2002) y un cáliz de plata sobredorada (1992), todo ello de Manuel de los Ríos.
Junto a la vitrina, se encontraba una custodia de plata sobredorada de Manuel de los Ríos (1992), ante un manifestador de madera de pino de Flandes dorada y policromada, de Antonio Martín en la talla y Antonio Díaz en el dorado (1965).
Llegamos ya al rincón dedicado al 25 anivesario de la Agrupación Musical de la Encarnación. En primer lugar, veíamos el banderín estrenado el año pasado, con bordados en oro y sedas sobre terciopelo morado de Jesús Rosado Borja (2014), y asta de alpaca plateada de Manuel de los Ríos (2003).
También se mostraba el anterior banderín, con bordados de Fernández y Enríquez en oro y sedas sobre terciopelo morado, y orfebrería de metal plateado de Manuel de los Ríos (1993).
En este rincón se mostraban instrumentos, banderines, uniformes, cuadros de hermandades, discos, premios y reconocimientos, y medallas de las cofradías a las que la agrupación ha acompañado a lo largo de su historia.
Completaban el rincón dedicado a la agrupación musical dos vitrinas. En una de ellas, se encontraban los tres llamadores de los pasos de la Hermandad de San Benito, colocados ante partituras de marchas dedicadas a los tres titulares. El llamador del misterio de la Presentación al Pueblo es de bronce fundido y dorado (Juan Sánchez Vela, 1987); el del Cristo de la Sangre es de metal sobredorado (Orfebrería Villarreal, 2006); y el del palio de la Virgen de la Encarnación es de alpaca plateada (Manuel de los Ríos, 1982).
Y en la otra vitrina, había varios enseres de las otras dos hermandades de Sevilla a cuyos pasos de misterio acompaña esta formación musical y que tienen también marchas dedicadas. De la Hermandad de Pino Montano se exponían las potencias de Nuestro Padre Jesús de Nazaret, donadas por la agrupación y realizadas en plata sobredorada por Emilio Méndez en 2003; y el llamador del paso de misterio, de metal plateado, obra de un autor desconocido en 1997.
Y de la Hermandad de la Paz, se mostraba el llamador del paso de Nuestro Padre Jesús de la Victoria, realizado en metal sobredorado por Manuel de los Ríos en 2006.
Terminamos con lo expuesto en esta sala con una vitrina central, en la que se podían ver los bocetos de los pasos del Cristo de la Sangre y de la Presentación al Pueblo, dibujados a carboncillo sobre papel por Antonio Martín en 1966.
Y juntos estos bocetos, se mostraban varios documentos, como el decreto de la Coronación Canónica de la Virgen de la Encarnación, la partitura de la marcha "Encarnación Coronada", de Abel Moreno, el título de Pontificia Archicofradía y el documento que acredita la donación del Cristo de la Sangre a la hermandad por parte de Manuel Ponce Jiménez en 1966.
Pasamos a la segunda sala, donde llamaba la atención la presencia del palio de la Virgen de la Encarnación, con las caídas, el techo y los varales completamente montados. El palio fue diseñado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda y bordado en oro y sedas sobre terciopelo burdeos entre 1930 y 1931. El diseño original fue modificado tras la restauración llevada a cabo por José Guillermo Carrasquilla entre 1978 y 1979. La gloria no es la original, que era pintada, sino la realizada en 1983 con bordados de Carrasquilla, piezas metálicas de Orfebrería Triana y marfiles de Juan Arenas Alcalá. En cuanto a los varales, son de metal plateado de Manuel Villarreal Fernández (1959).
Repasamos ahora los contenidos de esta sala rodeando sus paredes de izquierda a derecha. En primer lugar, veíamos una fotografía de la corona de oro de la Virgen de la Encarnación, labrada por Fernando Marmolejo Camargo en 1971 y enriquecida para la Coronación Canónica en 1994. Fue bendecida el Martes Santo de 1971 e impuesta por el Cardenal Bueno Monreal por el 50 aniversario de la reorganización de la hermandad.
A continuación, se exponía el guión de la Coronación Canónica, bordado en oro sobre terciopelo burdeos por Fernández y Enríquez, con asta de alpaca plateada de Manuel de los Ríos (1995).
Seguimos con la diadema que la Virgen de la Encarnación llevó en su traslado a la Catedral para su Coronación Canónica, labrada en plata sobredorada por Manuel de los Ríos en 1994.
También se veía el cartel de la Coronación, pintado en óleo sobre lienzo por Antonio Joaquín Dubé de Luque en 1994.
La Hermandad de San Benito tiene su origen en Triana, en una corporación que daba culto a una imagen de gloria de la Virgen de la Encarnación. Esta imagen, que inexplicablemente no recibe culto en la actualidad, sigue estando en propiedad de la hermandad. Es obra atribuida a Juan Bautista Vázquez 'El Viejo', quien la habría tallado alrededor de 1550. La capilla propia que tuvo la hermandad, convertida en cofradía de penitencia en 1554, se encontraba en la actual calle Pagés del Corro y estaba presidida por esta Virgen de gloria.
En el altar principal rodeaban a la Virgen de la Encarnación un total de 15 pinturas de diferente formato con escenas de la vida de la Virgen e imágenes de santos. De todas ellas, hay ocho que están desaparecidas, mientras que las siete restantes acabaron en diferentes emplazamientos, unas en colecciones particulares, incluyendo una de Estados Unidos, y otras en diferentes instituciones.
Para esta exposición, en una de las paredes de la sala se ubicó a la Virgen de la Encarnación rodeada de la reproducción de cinco de las pinturas cuya existencia se conoce.
Otra de las paredes estaba ocupada por enseres antiguos y actuales del paso de palio de la Virgen de la Encarnación. De izquierda a derecha, veíamos en primer lugar un conjunto formado por los respiraderos de metal plateado labrados por Manuel Villarreal Fernández en 1955, con jarras de 1930 de autor desconocido y varias piezas de la candelería de alpaca plateada de Viuda de Villarreal (1984).
Seguimos con los candelabros de entrevarales de alpaca plateada de Manuel de los Ríos (1981).
Veíamos a continuación enseres que actualmente forman parte del paso de palio, como los respiraderos de Orfebrería Villarreal, labrados en 2001 en plata de ley. Tienen cartelas con bordados de Fernández y Enríquez y marfiles de Dolores Léon (2011). El juego de jarras es de metal plateado, de Manuel Villarreal (1959-1963), la candelería es de Viuda de Villarreal, de alpaca plateada (1984), el llamador, diseñado por Dubé de Luque, es de plata de ley, de Manuel de los Ríos (1994), y los faldones son de terciopelo burdeos con bordados en oro y sedas, de Fernández y Enríquez (1994), con el escudo de la hermandad de José Guillermo Carrasquilla (1966).
A continuación, se exponía un candelabro de entrevarales de metal plateado, realizado por autor desconocido en la década de los 40.
A su lado, los enseres más antiguos del paso de palio, con los respiraderos de metal plateado de Eugenio Fernández Moreno (1941), candelería de metal plateado de Fernando Cruz Suárez (1954), jarras de metal plateado de autor desconocido (década de los 30) y llamador de metal sobredorado de Rafael Martínez (1930).
Continuamos con la túnica y el mantolín de la imagen de San Juan Evangelista que realizó Antonio Castillo Lastrucci para la hermandad, y que recibe culto en el altar de la Capilla Sacramental de San Benito, junto al Señor de la Presentación y la Virgen de la Encarnación. Las prendas son de terciopelo verde y burdeos, respectivamente, bordadas en oro por Fernández y Enríquez en 2010.
Seguimos con cinco sayas de la Virgen de la Encarnación: una de tisú blanco bordado en oro por Leopoldo Padilla Vic (1959); la de terciopelo azul bordado en oro y sedas por Fernández y Enríquez con marfiles de Juan Arenas, según diseño de Dubé de Luque (1990); la nueva de tisú de plata bordado en oro y sedas por Manuel Solano Rodríguez, según diseño de Javier Sánchez de los Reyes (2015); la de terciopelo burdeos bordada en oro y sedas por Mariano Martín Santonja (2012); y la de tisú con aplicaciones en oro de autor desconocido (1930).
Veíamos también el Ángel de la Guarda de plata de ley, labrado por Manuel Villarreal Fernández en 1963, que se encuentra en la delantera del paso de palio de la Virgen de la Encarnación.
A su lado, veíamos una corona de cobre plateado de autor desconocido, del siglo XIX.
También se exponía una diadema de metal sobredorado, de Sucesores de Manuel Seco (1928).
Y una corona de plata sobredorada y en su color, labrada por Manuel Villarreal Fernández en 1957.
Finalmente, una curiosidad: un cartel de cultos de 1919 anunciando la celebración de un triduo en honor a la Virgen de la Encarnación, que en aquellos años era conocida como Virgen de la Paloma por la paloma que en sus tiempos en Triana llevaba bordada en la gloria del techo de palio.
Tras las Cigarreras y San Gonzalo, el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla ha cerrado con San Benito el ciclo de exposiciones de "Círculo de Pasión 2015". Una muestra más llena de detalles y curiosidades que nos han permitido conocer más de cerca a una hermandad muy popular de la Semana Santa, la de la Calzá, la que cruzó el río desde Triana y es hoy una de las cofradías más esperadas de cada Martes Santo.
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