La Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús celebró el pasado fin de semana por vez primera, tras la reciente aprobación de sus nuevas reglas, la festividad de Cristo Rey con una piadosa veneración a su imagen titular y con una función solemne en su honor en la mañana del domingo.
Por este motivo, el Corazón de Jesús ocupó el centro del presbiterio bajo de la Parroquia de la Concepción Inmaculada, entre seis jarras con claveles rojos, ocho candeleros dorados con cera blanca y dos de los faroles de las esquinas de su paso procesional, elevados sobre sendos pies de base cuadrada forrados en color rojo, igual que la alfombra que desde el presbiterio bajo subía los escalones hasta la mesa del altar mayor. Y sobre ésta, había una artística alfombra de menor tamaño.
La imagen que tallara Antonio Illanes en 1944 estaba colocada directamente sobre el suelo, sin peana alguna más allá de la propia que tiene adherida. Por último, hay que apuntar que tras la cabeza lucía su nimbo de salida, estrenado en 2015.
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