miércoles, 24 de febrero de 2016

LA VIRGEN DEL ROSARIO DE MONTE-SIÓN REGRESÓ A SU CAPILLA DE LA CALLE FERIA


Este domingo regresaba a su capilla y era repuesta al culto la imagen de María Santísima del Rosario, de la Hermandad de Monte-Sión, que el pasado otoño, después de los cultos anuales en su honor, había sido trasladada al taller de Pedro Manzano para una restauración.
No ha sido una intervención profunda, dado que Manzano simplemente ha limpiado la policromía, eliminando suciedad y algunas manchas que presentaba, tanto en el rostro como en las manos. Tras un examen detallado de la estructura interna de la talla, que presenta numerosas piezas metálicas que pueden ocasionar daños a la imagen y que obligarían a una restauración mucho más compleja, se optó por llevar a cabo una intervención de mantenimiento y seguir observando la evolución de la dolorosa periódicamente para afrontar las actuaciones necesarias llegado el caso.
De esta forma, la Virgen del Rosario tiene ahora un aspecto externo inmejorable después de estos casi cuatro meses de trabajo a cargo de Pedro Manzano, que finalizaron con la vuelta de la talla a su capilla, donde fue colocada como si de su besamanos anual se tratara, aunque simplemente para exponerse a la veneración de los hermanos y devotos, que en cualquier caso no pudieron besar sus manos; algo no muy recomendable con una restauración tan reciente.
Ante el dosel de cultos de la hermandad y sobre una pequeña peana, la Virgen del Rosario fue vestida para esta ocasión completamente de blanco, con un manto liso de camarín y saya de tisú bordada en oro y sedas. Además, lucía la corona de oro, toca de sobremanto y un puñal en el pecherín, así como la Medalla de la Ciudad y un broche con su advocación.
Estaba flanqueada por dos jarras de su paso de palio con grandes rosas blancas y paniculata, elevadas sobre pequeñas columnas de madera policromada y dorada.


  
























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