sábado, 19 de marzo de 2022

EL CAUTIVO DE SAN ILDEFONSO, CON SU TÚNICA MORADA RECIÉN RESTAURADA


El Cautivo de San Ildefonso estuvo durante todo el día de ayer expuesto en veneración en el presbiterio de su templo, luciendo la túnica de terciopelo morado bordado en oro que recientemente ha sido restaurada por Dolores Fernández. Sobre ella, en el pecho, llevaba su habitual escapulario trinitario y en la cabeza, corona de espinas y potencias doradas.
La imagen estaba elevada sobre una peana cedida por la Hermandad de los Sastres, con la que comparte sede. Y alrededor de los pies del Señor se colocaron diversas especies florales de distintas tonalidades. Junto al él había dos faroles sobre sendas columnas doradas. Otras dos más adelantadas sostenían unas jarras también con flores diversas de tonos rojo y morado, mientras que algo más atrás se dispusieron otras dos sobre columnas más altas de fuste salomónico. Detrás, ante un cortinaje de damasco rojo que cubría la zona del altar, estaba el dosel de cultos, en cuyos laterales se podían ver cuatro blandones dorados con cirios blancos de gas.
A lo largo de toda la jornada, los muchos devotos que tiene el Cautivo fueron depositando velas de promesa en las mesas que ocupaban toda la nave central de la Parroquia de San Ildefonso.




























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