Nuestra Señora del Valle se encuentra desde ayer, viernes, y durante todo este fin de semana, expuesta en solemne besamanos en la Iglesia de la Anunciación, donde, además de con su manto procesional, está vestida con la nueva saya blanca de tisú bordada en oro por Herederos de Esperanza Elena Caro, diseñada por Gonzalo Navarro Ambrojo. Además, luce su corona de salida, un fajín hebraico, diversos broches, la Medalla de la Ciudad y el puñal de Manuel Seco Velasco, de 1963.
La dolorosa, que sujeta un pañuelo con su mano derecha y la rosa de pasión de oro y piedras preciosas de Emilio García Armenta, de 1957, en la izquierda, se eleva sobre su peana procesional, en la que hay algunas rosas blancas, y está flanqueada por dos candelabros plateados con altas velas blancas colocados sobre sendos pies cuadrados de terciopelo morado con el escudo de la hermandad en su parte frontal.
Todo lo anterior se dispone sobre la alfombra de cultos estrenada hace dos años. Y fuera de ella, hay dos jarras del paso de palio con más rosas blancas dispuestas en forma bicónica. Alrededor, hay varios blandones dorados con cera blanca y en el suelo un gran centro floral también con rosas.
Al fondo, observamos el habitual aparato de altar plateado de la Hermandad del Valle, rematado en su parte superior por el dosel de cultos presidido por el simpecado y con las tallas de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena en los laterales.
Un destacado número de candeleros con cera blanca, más rosas blancas repartidas en jarras y centros, un crucifijo y distintos enseres litúrgicos completan el montaje de este besamanos a la Virgen del Valle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario