La Hermandad de las Cigarreras celebró el pasado domingo el acto de solemne veneración a María Santísima de la Victoria. La dolorosa fue situada para ello en el presbiterio alto de la Capilla de la Fábrica de Tabacos, vestida con el manto de Jesús Rosado Borja estrenado en 2015 y con la saya blanca bordada en oro y sedas sobre tisú por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1905. Además, estrenaba un tocado donado por un hermano.
En la cabeza tenía la corona de salida, realizada en 1967 por Manuel Seco en plata sobredorada y enriquecida en 2018 por Miguel Ángel Cerezo para su Coronación Canónica. En el pecherín llevaba un puñal dorado, varios broches y una cruz pectoral de oro y zafiros, mientras que a la altura del vientre tenía la Medalla de la Ciudad. Y en las manos la Virgen sujetaba un pañuelo blanco y dos rosarios, uno de ellos el de oro y amatistas labrado por Miguel Ángel Cerezo también por la Coronación, como la cruz pectoral ya mencionada.
La Virgen de la Victoria estaba situada sobre una alfombra con el escudo de la hermandad y sobre una peana de madera dorada con dos ángeles en las esquinas, uno con un pañuelo y el otro con un rosario. Flanqueando a la dolorosa veíamos cuatro blandones dorados con cirios blancos, dos jarras del paso de palio con diversas especies florales de tonalidades rosa y blanca, que también estaban en un centro a sus pies, y dos de los antiguos ángeles de Pedro Roldán (1666) que se conservan del paso del antiguo Cristo de la Púrpura, hoy desaparecido. Ambos estaban sobre sendos pies de base cuadrada forrados en terciopelo morado.
Detrás veíamos un nuevo dosel finalizado en su primera fase y realizado en técnica de aplicación sobre terciopelo morado por el taller de bordados Virgen del Carmen de San Fernando. En la parte baja del dosel estaba el respiradero frontal del palio, además de un relicario y varias flores de talco, y debajo parte de los antiguos faldones.
Junto al dosel estaban los otros dos ángeles de Pedro Roldán, mientras que en los doseles laterales se situaban dos pequeñas jarras con las mismas flores, varios candeleros con cera blanca y cuatro bandejas de plata. Finalmente, veíamos a la izquierda el Sinelabe y a la derecha la bandera de la Coronación Canónica.
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