Coincidiendo con el último día del quinario en su honor, el Santísimo Cristo de Pasión y Muerte estuvo expuesto el sábado en solemne veneración en la Parroquia del Buen Aire. El crucificado de José Antonio Navarro Arteaga se presentaba tumbado en el lado derecho del presbiterio, con los brazos y la base de la cruz sujetos por estructuras cubiertas de tela de damasco negro. En la base, además, había un paño blanco con una corona de espinas.
El Cristo lucía las potencias de metal plateado y dorado labradas hace dos años por Orfebrería San Juan, y junto a él estaban los dos faroles de acompañamiento de la cruz de guía. Además, sobre sendos pies de base cuadrada de damasco negro con apliques de madera dorada veíamos los ángeles de las esquinas del paso procesional. Los dos delanteros sujetaban filacterias, una morada en la que ponía "Pasión" y otra negra donde decía "Muerte".
El exorno floral, formado por diversas flores de tonalidades morada, malva y buganvilla, se repartía entre dos jarras plateadas, la base de la cruz, dos pies con decoración pictórica con el emblema JHS y un friso delante de todo el conjunto.
Por último, hay que indicar que al fondo estaba el cortinaje de damasco negro con gotera pintada con motivos dorados y corbatas en los extremos; una especie de ancho dosel que fue estrenado en 2018.
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