Tras el vía crucis celebrado en la noche del pasado viernes, la Hermandad de Santa Cruz celebra este fin de semana el besapié al Santísimo Cristo de las Misericordias. Ésta fue de las primeras hermandades que decidieron impedir los besos hace tres años, cuando tocaba (ver), y ahora, del mismo modo que en diciembre se pudo besar la mano de la Virgen de los Dolores (ver), también puede besarse un pie al crucificado.
Colocado en posición vertical y con lirios morados cubriendo la estructura de sujeción de la cruz, el Cristo de las Misericordias está situado ante su retablo, presidido por la dolorosa de Antonio Eslava vestida de hebrea. El Cristo se encuentra en el centro de un imaginario cuadrado marcado por cuatro gruesos candeleros dorados con hachones color tiniebla, y flanqueado por jarras de claveles rojos sobre columnas de madera dorada.
Más atrás, vemos en el lado izquierdo el estandarte corporativo y a un lado y a otro del retablo un total de cuatro blandones y seis candeleros, todo ello igualmente con cirios color tiniebla, además de dos jarras del palio de la Virgen de los Dolores también con claveles sobre otras dos columnas doradas.
Finalmente, sobre el banco del retablo hay seis pequeños candeleros con cera del mismo color y cuatro de mayor tamaño con cirios blancos, como también son blancas las flores que la Virgen de los Dolores tiene a sus pies. Por su parte, la Virgen de la Antigua cuenta también con candeleros y flores ante sí.
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