lunes, 21 de noviembre de 2022

ESTRENOS Y RESTAURACIONES EN LAS HERMANDADES DE GLORIA DE SEVILLA


Tras un paréntesis de dos años, el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla acoge de nuevo la anual exposición de estrenos de las hermandades de Gloria, que fue inaugurada el pasado viernes y que se puede visitar en la sede de la calle Sierpes hasta el próximo domingo.
Un total de veinticinco corporaciones letíficas de la ciudad muestran los nuevos enseres realizados para sus salidas procesionales de estos últimos años, o los enseres antiguos que han sido ahora restaurados. Además, se han incluido también dos carteles y un libro de un par de cofradías que han celebrado algunas efemérides de interés.
Si nos adentramos en el patio del Mercantil, lo primero que nos encontramos es la cruz procesional de la Hermandad de Nuestra Señora de la Luz, una obra de José Sanjuán de 1953, de madera policromada y dorada.


A ambos lados de la cruz se muestran el ropón del pertiguero y una dalmática de los acólitos de la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús. Son de brocado valenciano, terciopelo burdeos y pasamanería. La confección es obra de Concepción Sarrión Portillo y también han participado José Librero Fernández en la aplicación, Casa Rodríguez en la cordonería y Pedro López Marcos en la pintura. En lo que se refiere al medallón del pertiguero, es de metal plateado de autor anónimo del primer cuarto del siglo XX y ha sido restaurado por Orfebrería Santos.




Continuamos con un manto de tul bordado en blanco sobre raso de seda con encaje perimetral, propiedad de la Hermandad del Amparo. Es anónimo del siglo XIX y fue restaurado en 2020 por Cyrta.




La Hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza ha estrenado este año una bandera concepcionista bordada en hilos de oro fino sobre moaré celeste por el taller de Santa Clara.


Por su parte, la Divina Pastora de San Antonio cuenta con un nuevo manto de terciopelo azul bordado en oro fino a realce y sedas de colores. Ha sido diseñado por Concepción Velázquez Hidalgo, quien se ha encargado del bordado junto a las hermanas María Dolores y María Felisa Gálvez Gullón.




Accedemos ya la sala que ocupa el grueso de la exposición y vemos en primer lugar en una vitrina las cuatro cartelas del paso de la Virgen de Montemayor, realizadas en 2020 por Pedro López Marcos en la pintura y Orfebrería Santa María.





De la Hermandad de la Pastora de Santa Marina es una cruz alzada anónima de la primera mitad del siglo XIX, restaurada por Alejandro Borrero. El crucifijo es de plata cincelada y repujada, mientras que el asta es de metal plateado.


Continuamos con la nueva peana de salida de la Hermandad de Nuestra Señora de Araceli. Ha sido realizada en metal plateado por Gustavo Larios Jacinto.



De la misma hermandad y del mismo orfebre son los nuevos candelabros del paso, también de metal plateado.




Vemos ahora otra vitrina con diversos enseres. En primer lugar, hay dos piezas de orfebrería de la Hermandad de los Dolores de Torreblanca. Son un nimbo y un broche de plata sobredorada de San Antonio de Padua. El nimbo es del taller Hijo de José Luis Jiménez, mientras que el broche es de Joyería El Toisón.


De la Hermandad de los Desamparados del Parque Alcosa es un puñal de plata bañada en oro con circonitas y amatistas, obra de Alejandro Pérez Muñoz.


A su lado hay un manifestador portátil de la Hermandad de la Alegría de orfebrería, piel, bordado y talla dorada. Fue realizado en el siglo XVIII y de su restauración se ha encargado Rafael Granados, de Orfebrería Ramos.


De la misma hermandad es una cruz de sobremesa del siglo XIX, restaurada también por Orfebrería Ramos. La cruz es de caoba con remates en marfil, y el crucificado es de plata.


Y también de la Hermandad de la Alegría es el llamado puntero de ceremonias, del siglo XIX, restaurado como lo anterior por Orfebrería Ramos.


De la Hermandad de la Salud de San Isidoro es el remate del estandarte corporativo en forma de cruz de metal plateado, de autoría desconocida del siglo XIX. Orfebrería Luis Jiménez se ha encargado de su restauración.


Esta vitrina se completa con un medallón de pertiguero de la Hermandad del Amparo, labrado en plata de ley por Joaquín Ossorio.


La Hermandad de Nuestra Señora del Juncal ha estrenado un manto realizado con un tejido anónimo de 1867. Está bordado sobre raso de seda azul sin realce, y realizado en muestra y hojilla de plata de ley con detalle de canutillo.


Nos acercamos a una nueva vitrina, donde contemplamos en primer lugar una toca de sobremanto de la Virgen del Carmen de San Leandro, bordada por Jesús Castizo Ramírez en hojilla sobre tul.


De la Virgen del Carmen de Santa Catalina es un escapulario de 1880 que ha sido adquirido este mismo año. Está bordado en oro sobre tisú del mismo metal.



Volvemos a la Hermandad de Nuestra Señora de la Luz, que ha enriquecido su patrimonio con un mantel de altar de encaje de tul bordado con hilo de oro y lentejuelas. Es de Mercedes Muñoz-Salias García y Dolores Domínguez Reus, de 1925.



Vemos también un mantolín del Niño Jesús de la Virgen de la Cabeza, bordado en hilo de oro sobre terciopelo rosa por Bordados Santa Clara.


Y de la Virgen de la Luz es un rostrillo de encaje de bolillos confeccionado por María Dolores González Madrigal.


Seguimos con la Hermandad de Montemayor y su simpecado, de terciopelo rojo bordado en oro, con asta y remate de metal plateado. Manuel Barragán Rasero es el autor del diseño, mientras que el bordado es de Antonio Roldán Nieto, la orfebrería es de Manuel Casiano Fernández y la pintura de Pedro López Marcos.




La Hermandad de Araceli también ha estrenado un juego de jarras de metal plateado, obra de Gustavo Larios Jacinto.



Contemplamos ahora un conjunto de enseres de la Hermandad del Rocío de Sevilla, todo ello de plata. Son la media luna, la ráfaga, la corona y el cetro de la Virgen, y la diadema y el cetro del Niño. Orfebrería San Juan ha realizado todas estas piezas.







La muestra nos lleva ahora hasta el simpecado de la Hermandad de la Pastora de Triana, una insignia que en 1994 diseñó Francisco Javier Sánchez de los Reyes y que incluye una pintura de Francisco Maireles Vela de 1993. Este año ha sido bordado en plata sobre terciopelo celeste por José Antonio Grande de León, mientras que la orfebrería es de María Belén Hernández Moreno.




De la misma hermandad es una saya bordada en seda sobre raso duquesa aguamarina, obra de José Daniel Hernández Robles.


Vemos ahora el cartel del LXXV aniversario fundacional de la Hermandad de Nuestra Señora de la Antigua, pintado por Bruno Halcón Gómez.


A su lado en una vitrina se muestran un buen número de enseres de orfebrería de diferentes hermandades. En primer lugar, están las coronas de la Virgen y el Niño de la Hermandad de Araceli. Son de plata de ley obra de Orfebrería Angulo (1950) y han sido restauradas por María Belén Hernández.



Por su parte, la Hermandad de los Sastres muestra dos coronas de metal plateado del siglo XX que han sido restauradas por Orfebrería Villarreal.



Del Niño Jesús de la Virgen de la Salud de San Isidoro es una nueva corona de plata cincelada y repujada del orfebre Daniel Rosa Navarro.


También se muestra un broche de Joyería El Oribe perteneciente a la Hermandad del Carmen de Santa Catalina.


Vemos a continuación las coronas de la Virgen y el Niño de la Hermandad del Rosario de San Julián. Son de plata de ley sobredorada, obra del taller de Orfebrería San Juan.



A su lado se encuentra un pequeño cetro de la Virgen del Carmen de Calatrava, realizado también por Orfebrería San Juan en metal dorado.


Otro cetro, éste de la Virgen del Rosario de San Julián, se muestra al lado del anterior. Es de plata de ley sobredorada e igualmente de Orfebrería San Juan.


Continuamos con un juego de pendientes y dos anillos de la Virgen del Carmen de Calatrava, realizada en plata de ley chapada en oro por Joyería El Oribe.


A la Virgen de la Encarnación de la Hermandad de la Cena pertenece un pecherín con varias joyas. Ha sido realizado por Antonio Jesús del Castillo.


Vemos también un rostrillo de la Virgen de la Cabeza, bordado en plata sobre lamé del mismo metal por Bordados Santa Clara.


Volvemos al Carmen de Calatrava, a la que pertenece un broche con un ancla y otro con su advocación. Son de plata rodiada obra de Joyería Joaquín Cerpa.


De la Hermandad de Araceli es el rostrillo que vemos ahora, realizado en plata de ley por Orfebrería Angulo en 1950 y restaurado por Gustavo Larios Jacinto.


Y terminamos con esta vitrina observando un juego de escapularios de la Virgen del Carmen de Calatrava y su Niño, labrados por Orfebrería San Juan en metal plateado, con cadenas de plata de ley.



La exposición continúa con una vara de San José Obrero realizada en plata por los Hermanos Delgado López.


A su lado está una talla de San Hermenegildo de la hermandad del mismo nombre atribuida a Juan Bautista Vázquez 'El Viejo', de la segunda mitad del siglo XVI. Ha sido restaurada por Carlos Peñuela Jordán.



Ahora nos detenemos en unos nuevos palermos de la Hermandad de los Sastres de los que no se indica la autoría. Son de madera con empuñadura y regatón de metal dorado uno, y plateado los otros dos.



Y encima está el cartel del CCCL aniversario fundacional de la Hermandad de Nuestra Señora de la Alegría, pintado por Manuel Caliani Santos. Precisamente, el pasado mes de octubre tuvo lugar en el Mercantil una exposición conmemorativa de esta efemérides de la cofradía de San Bartolomé y el cartel estuvo en este mismo lugar (ver).


Nos acercamos a una última vitrina, donde encontramos un conjunto de saya y manto de la Virgen del Pilar y traje del Niño Jesús, todo ello de tisú, obra de Francisco Expósito Álvarez. También hay una media luna de metal plateado de autor anónimo, restaurada por Joyería El Trébol, y un pajarito del Niño Jesús de plata, obra de Manuel Casiano Fernández.




Volvemos a hablar de la Virgen del Carmen de Santa Catalina, para cuyo Niño Jesús ha confeccionado Álvaro Roiz un traje bordado en oro sobre tisú celeste.


A su lado hay un mantel de altar de 1880, de autor anónimo francés, bordado en sedas de colores y adquirido por la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús en 2019.


Seguimos con un traje del Niño Jesús de la Virgen del Rosario de Santa Catalina, con bordados, galones y flecos de finales del siglo XIX. Su confección como traje del Niño ha corrido a cargo del taller de bordados propio de la hermandad.


Y llegamos al final de la exposición con la presencia del libro "En clausura", de Manuel Jesús Roldán Salgueiro y Daniel Salvador-Almeida González, editado en 2020 con motivo del LXXV aniversario fundacional de la Hermandad de la Antigua. Con ese mismo nombre y motivo tuvo lugar en el Mercantil una exposición en octubre del año pasado (ver).


Las hermandades de gloria hacen un importante esfuerzo por ampliar su patrimonio artístico y mantener el que ya tienen, y exposiciones como ésta deben servir de reconocimiento de esta importante labor que engrandece tanto a corporaciones con varios siglos de historia, como a otras más modernas que se han hecho un importante hueco en la ciudad.

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